ALBEIRO VEJARANO
POESÍA NO-FLOTANTE
Tal
vez, Aurora, tu cuerpo
flotante
posado
contra el cristal
abajo en el vacío, cinco pisos más
abajo
temblara menos.
No
lo sé
No
cerramos los ojos:
tenías
las manos frías antes del sudor
dejaste
los tacones en el camerino
tu
falda transparente vino contigo
se
apretaban tus piernas y tu cintura
te
deslizaste hacia mí
observaste mi pantalón rojo,
ceñido, de fajador, de banderillero
clavado en tu mirada
No
hablamos en metáforas
te
confesé que no sabía bailar
(¿te
leí un poema de Manuel Bandeira?)
fumamos
un porro en una pipa que tenías de un viejo amante
se
nos acabó el vino muy rápido
nos
tomamos varios aguardientes llaneros:
nos
reímos de tus vecinos (¿o eran los míos?)
El
tiempo se reventaba contra el placard
en
el techo tenías pegadas frases de poetas:
“la
vida cuelga sobre el abismo”
Yo
había hecho una playlist de “exquisitez”: soul, blues, bossa nova
se
detuvo en un momento de la noche
no
ladraban los perros, recuerdas,
-¿era
el futuro, será el pasado?-
La ceguera
Pienso en la ceguera de los pintores
Les interesaba solo la luz
el cielo abierto
lejos de las galerías
y los sueños de los coleccionistas
Les asombraba la luz
Trópico, plástico, negro
Los rombos secretos de los abismos
las líneas oblicuas
los gritos
los destellos de oscuridad en los rostros de
los desconocidos
Sea este poema un autorretrato suyo
último trazo de Rembrandt y Goya:
Arabescos
Ritmo
Movimiento confuso de la mano
Distraída mirada de un peregrino
que morirá sin llegar a la Meca
Antes de la palabra
está la luz
antes las tinieblas
Antes
de Dios
la ceguera
la ceguera
Velos
Palabra
repetida que sabe descoseeee un tambó
Suenan
timbres, martillos, serruchos
Clandestinos:
secretos colgados de las paredes
SÍ
JUNTAR unas palabras soplara poemas:
Hoy
no sonó el despertador.
El
humo de las autopistas me cegó al salir corriendo
(Anoche
quemé unos Diarios)
los
tejados brillaban, aruñados por musas muertas,
todo
goteaba
amenazaba
la herrumbre
iba
de pie en el Colectivo:
muletas,
máscaras, agujeros negros.
Anoche
escribí sobre una mujer que volaba en un trapecio:
soñé
con ella, me susurraba frases en italiano, toscana quizá,
era
una esfinge bronceada por los soles explotados de Pompeya
no
podía parar de escucharla, sonaban unas teclas marrones
me
mordía los dedos, ella
luces
apagadas, calor de claqueta, trajes de zombies
al
principio bailaba en punta de ballet, clic clac
la
fui tallando contra mí, abrió su vuelo
mariposa
orugada de deseos flotantes...
Nadie
habló de York...
Autoretrato ajeno
Una travesía por el río San
Juan
una peregrinación solitaria
en un desierto guajiro
una lluvia de 4 de abril
nocturna
el último cigarrillo de
Humphrey Bogart o de Serge Gainsbourg
una sonrisa disimulada de
Jane Fonda
un abanico del anticuario
Errata
un dado de Dostoievski
un ventrílocuo borracho
un cachito de aire de Jimbo
una zapatilla de Ariel
Ortega
un trago de zamba servido
por Eduardo Falú
un billete de 1000 pesos
colombianos
una emisora de salsa en
frecuencia amplificada llamada Radio K
una patilla jugosa partida
por la mitad el 3 de enero
una noche en la Avenida
Tucumán de Buenos Aires al 1200
una flor en la Cinemateca
francesa
una esquina de la Calle 59
tres cines de la calle
Champo en París
una trompeta en sourdine de
Roberto Rodríguez en Soy sonero
y
de vez en cuando, un poco de ajenjo...una resurrección
El soroche
Soroche: (quechua
“suruchiq”) según el Inca Garcilaso de la vega, “el metal que hace deslizar la
plata”.
Si sentir
pudiera como un lumbalú, dejaría de transpirar las palabras perdidas, las que no
riman...y quizá no escribiría. Solo escucharía las voces de los muertos: sonidos
guturales, gritos blancos, vaquerías templadas, reses arrasadas, sones de
barrio obrero, paseos, trovas, arrullos. La vida es la rasante búsqueda de un
ritmo propio, acompasado por un coro de bacantes roto. Anti-Churchill. El punto
ciego del ritmo está en las madrugadas largas en las que no se escribe, se es
escrito; está en deshidratadas luces mañaneras, tildadas-de, des-tiladas-de,
des-tildadas-de, con lluvia de azogue en los techos y en las cabezas; está en
el sereno que se vuelve soroche, sinsonte, tarareo ululador: Ay.
A más
de dos mil hielos de altura, el alma precisa un barómetro. Necesita uno medir
cómo fluctúan instintos, pulsiones, dolores, humores griegos. Un barómetro
sacude lo que no vemos con los ojos, pero sentimos en la piel, en la
respiración agitada. Es el Soroche. Lo sufres en Bogotá como Rosa, como Páramo. Un barómetro no mide el tiempo en unidades como el reloj.
Oscila entre atmósferas fluctuantes, precipitaciones irregulares, ritmos de las
nubes, gotas esquivas, amargas.
COJEAR
Cojeo
bailo
cojeo/bailo
punta-del-pie
con
la punta con la punta
con
el peroné
Garrincha
son Elsa Soarez
Dime
cómo cojeas y te diré quien eres
Todos
tenemos un pie más grande que el otro
el
mío, el izquierdo,
1-25
centímetros de más
Cojeo
vengo
llego
a
veces tarde
SOL IAMETTI
Alguien se marcha
es la que era
la que solo sabía de la huida.
la que era
dejó mantas y laureles
de consagración.
se ha cansado de triunfar
de morder el éxito
de la impermanencia.
alguien se marcha
es ella
la que era.
incineró la máscara
y abandonó la búsqueda
de mecerse
sobre la boca del desierto.
vestiré su voz
y llevaré su sombra
el mismo labial rojo
colmará mis labios
en su ausencia.
ella se va
pero algo queda:
la antología
de lo que ha sido habitado
la anatomía
de lo que ha sido vivido.
he de resistir frente al espejo:
entrar en el desorden marginado
y aun así
elegir quedarme.
Jamás me imaginé ahí,
recostada en la desmesura.
abarcando la exploración
del sexo
del cuerpo.
Palpando la humedad de lo extremo,
la añoranza de lo que aún no terminó.
Era un día, todavía,
de palabra escrita
y palabra hablada,
de sensaciones.
El néctar negro de Vietnam,
miel de eucalipto en la leche,
las rendijas que el viento atraviesa
por debajo de los pájaros,
el tacto suave de lo orgánico
sobre paredes y puertas.
Y a la misma hora
en la que todo canta,
un acto simple de amor:
Él me besó los ojos.
Cuando todo cae
y aflige
entonces
leer un poema de Audre Lorde
y estudiar el movimiento.
Quedar tendida en la música blanca
de la resiliencia.
Eso es lo que promete hoy:
pendular
sobre la boca de la belleza
perdurar
sobre el anhelo de una voz
que irrumpa en el castillo de la bestia
y rompa el silencio.
Todas en mí dirán:
cristales, cristales, cristales.
Cuando todo cae
y persiste
pienso:
la hiedra de la poesía
es un hecho extraordinario
de este mundo.
Escribir cuando se corta la luz,
escribir con los ojos vendados
y aun así dilucidar los estímulos lumínicos,
la voz de la luciérnaga.
Aun así rozar el agua de la memoria
y con los mismos dedos
de los que nace el placer
llenar el fondo de corales.
Tocar, oler, morder
el silencio
pero no contarlo todo.
Y con los ojos llenos de lágrimas,
con los ojos al nivel del aire susurrando,
dejar
ese aroma a herida
apenas ansioso
apagarse.
Cambiar aquella lengua letal
por la lengua del ámbar.
Cuando todo cae
y hiere:
limpiar las algas.
Pasar
mañanas merodeando la palabra,
manteniendo intacta la melodía mansa
de la nieve cuando cae.
Leer un poema
y quizás,
entonces,
fundar mi primera ciudad,
quizás
reinventar mi nombre.
Ojalá pudiera
sostener la cadencia iluminada
de la que ama con prudencia
recostarme sobre la música
del arpa y el celeste inmaculado
transitar los ángulos de la memoria
con la docilidad del ángel
moverme habilidosa, como ayer,
entre palabras claras.
espejar la calma y la concentración
de la mujer del Rijksmuseum
a la que se refiere Szymborska,
o la tranquilidad
de lo que abraza la Tierra
con su suave y violeta sinfonía.
ojalá pudiera
habitar la rectitud
flotar sobre la cara tersa del mar
navegar el agua estrellada
de la pacífica cautela.
ser menos intensa
que el filo de lo que asciende
y no necesitar la muerte
para engendrarme nueva
y encender el fuego
de la que ama
desbordando el lienzo.
pero gana la irreverencia
en este devenir,
y en la transparencia feliz
del no poder
yo danzo.
Temblor liviano
El imperio del aire
Donde todo es
Sol Iametti: Buenos Aires, 1986. A los 10 años encontró su refugio de la ciudad de la furia en la música de una máquina de escribir. Luego conectaría con la escritura de viajes en un intento de traducir la mirada poética sobre el mundo que la rodea. Desde entonces se ha alejado y ha vuelto a la poesía como quien vuelve a los brazos del amante: buscando calor.
Blog: www.todasmispalabras.com
Instagram: @todasmispalabras
Colaboración: Sara Montaño Escobar
MIGUEL YURIVILCA
CABALGO UN TAXI EN LIMA
Cabalgo un taxi en Lima
acepto su luz como la única verdad de mi alma
hago míos sus cerros pelados que gimen como senos
si su polvo descendiera al suelo yo moriría
me doy cuenta de que sus fachadas han sido manchadas
hace millones de años
me doy cuenta de una ciudad apolillada
y de su tibio corazón de madera
me amurallo
Lima me trata difícil, no tengo barrio
Yo vine a pensar en el amor.
acepto su luz como la única verdad de mi alma
hago míos sus cerros pelados que gimen como senos
si su polvo descendiera al suelo yo moriría
me doy cuenta de que sus fachadas han sido manchadas
hace millones de años
me doy cuenta de una ciudad apolillada
y de su tibio corazón de madera
me amurallo
Lima me trata difícil, no tengo barrio
Yo vine a pensar en el amor.
Temo que mi vida palpite eternamente
entre buses y polillas
creo que puedo morir en cualquier momento
¿En qué lugar se secará mi sangre?
¿Dejarán a mamá limpiar ese lugar
día tras día
hasta que sus uñas se quiebren
y no obstante sus uñas heridas
con la carne y con el llanto seguir limpiando todavía
y aún más fuerte?
No quiero pensar eso
Yo vine a pensar en el amor.
entre buses y polillas
creo que puedo morir en cualquier momento
¿En qué lugar se secará mi sangre?
¿Dejarán a mamá limpiar ese lugar
día tras día
hasta que sus uñas se quiebren
y no obstante sus uñas heridas
con la carne y con el llanto seguir limpiando todavía
y aún más fuerte?
No quiero pensar eso
Yo vine a pensar en el amor.
Pero mi amor está lejos de la sal de Lima
mi padre trabajó desde las dos de la mañana, ahora duerme
Lima está muerta en los diarios
los buses están repletos de agonía
los trabajos carcomen las orillas de las almas de las personas
y de sus zapatos
y de sus ansias
Casi no se ve la noche
mi hambre es diferente aquí, quiero volver.
Yo sólo vine a pensar en el amor.
mi padre trabajó desde las dos de la mañana, ahora duerme
Lima está muerta en los diarios
los buses están repletos de agonía
los trabajos carcomen las orillas de las almas de las personas
y de sus zapatos
y de sus ansias
Casi no se ve la noche
mi hambre es diferente aquí, quiero volver.
Yo sólo vine a pensar en el amor.
Para K., lejano ahora, triste ahora, pero
amado desde un barrio escondido en San Martín de Porres.
HA LLEGADO ESTRELLA, EL CABALLO DE MAMÁ
Y HA TRAÍDO A MI ABUELO
Y SE HAN ABRAZADO
Y SE HAN ABRAZADO
Anita se levanta a diario en silencio para
comprar el pan
que comerán sus hijos que irán al colegio o a la universidad
Ha soñado con su padre toda la noche
y se dice a sí misma: He soñado a papá,
este día será bueno
Ha recorrido los cuartos, los laberintos de su memoria, la cocina
sin despertar a nadie
y ha cantado una canción para sí misma
y en silencio:
que comerán sus hijos que irán al colegio o a la universidad
Ha soñado con su padre toda la noche
y se dice a sí misma: He soñado a papá,
este día será bueno
Ha recorrido los cuartos, los laberintos de su memoria, la cocina
sin despertar a nadie
y ha cantado una canción para sí misma
y en silencio:
Cuando tú estabas conmigo
Cuando tu vida era nuestra
el cielo era un mar
y el sol era un pez
y habían botes también
Quisiera vivir en los días de mi niñez
Cuando tu vida era nuestra
el cielo era un mar
y el sol era un pez
y habían botes también
Quisiera vivir en los días de mi niñez
MIEDO DE ODIAR
He despertado después de un siglo
en una cama que no conoce mi sueño
y he caminado hacia mi casa
y he sido tan malo
guardo un odio irresistible hacia los pobres
envidio la vergüenza del vagabundo
de siempre tener tiempo
este día salió de mí
dejándome una herida en la boca
mis dientes en cenizas
y mi saliva ardiendo
No merezco un lugar donde ponerme
pero me place el sólo hecho de sentarme a la mesa
a envejecer
Sólo el saberme sentado a la mesa
calma mi deseo de morir
y me gusta
porque no hago nada
no tengo un objetivo
comer, beber agua, escribir. Nada.
Solo yo y mi mesa
el orden de los objetos sobre ella me causa una gran ternura
los quiero mucho en su quieta compañía
la luz que fluye y disminuye durante horas
tiene el calor de otros días
Yo podría pasar mis días aquí
sin ser descubierto
oculto del mundo
sepultado para siempre bajo el silencio de las cosas
y nunca tener miedo
Yo podría morir aquí
y mi sangre fluiría entre los platos sucios
bajo la sal y el azúcar
sin agotarse nunca
y quedaría grabada
como el retrato de un río
sobre mi mesa
que tiembla
y que soporta mi odio
en una cama que no conoce mi sueño
y he caminado hacia mi casa
y he sido tan malo
guardo un odio irresistible hacia los pobres
envidio la vergüenza del vagabundo
de siempre tener tiempo
este día salió de mí
dejándome una herida en la boca
mis dientes en cenizas
y mi saliva ardiendo
No merezco un lugar donde ponerme
pero me place el sólo hecho de sentarme a la mesa
a envejecer
Sólo el saberme sentado a la mesa
calma mi deseo de morir
y me gusta
porque no hago nada
no tengo un objetivo
comer, beber agua, escribir. Nada.
Solo yo y mi mesa
el orden de los objetos sobre ella me causa una gran ternura
los quiero mucho en su quieta compañía
la luz que fluye y disminuye durante horas
tiene el calor de otros días
Yo podría pasar mis días aquí
sin ser descubierto
oculto del mundo
sepultado para siempre bajo el silencio de las cosas
y nunca tener miedo
Yo podría morir aquí
y mi sangre fluiría entre los platos sucios
bajo la sal y el azúcar
sin agotarse nunca
y quedaría grabada
como el retrato de un río
sobre mi mesa
que tiembla
y que soporta mi odio
LA ÉPOCA EN QUE VEMOS CAER UN ÁRBOL
A la poesía de L. de B. de G. de J. de S.
de J. de D. de J. de S. de A.
y a los bares
y a las noches.
y a los bares
y a las noches.
Retrocede el sol
la noche cae como cae mi esperanza
las sombras han sitiado la ciudad
no hay amigos ni parientes cerca
conservamos nuestro amor en una jarra
de vino tibio
y nuestra felicidad
La poesía no estaba en los poetas
ni en los poemas
ni en los recitales
Cuando pienso en aquello
pienso en toda mi memoria
en nuestra juventud plagada de desiertos
de calles de medianoches que giran ahora
en remolinos en torno a mí
nunca seremos de nuevo
y no seremos más
un árbol
un tambor
un bar
Si pienso en aquello
pienso en los pasos de baile de L.
en las lágrimas humildes de B.
y en nuestro paradigma que era básicamente
El vivir.
El amar.
El escarbar el hoyo del domingo
hasta encontrar los huesos
de nuestros amigos
y nuestros sueños
y nuestros ideales
tanto tiempo
a donde poder volver cuando se está triste solo enfermo
Donde podremos dormir hasta agotar nuestros años
y nuestros pensamientos
y nuestra rabia
y nuestro amor.
la noche cae como cae mi esperanza
las sombras han sitiado la ciudad
no hay amigos ni parientes cerca
conservamos nuestro amor en una jarra
de vino tibio
y nuestra felicidad
La poesía no estaba en los poetas
ni en los poemas
ni en los recitales
Cuando pienso en aquello
pienso en toda mi memoria
en nuestra juventud plagada de desiertos
de calles de medianoches que giran ahora
en remolinos en torno a mí
nunca seremos de nuevo
y no seremos más
un árbol
un tambor
un bar
Si pienso en aquello
pienso en los pasos de baile de L.
en las lágrimas humildes de B.
y en nuestro paradigma que era básicamente
El vivir.
El amar.
El escarbar el hoyo del domingo
hasta encontrar los huesos
de nuestros amigos
y nuestros sueños
y nuestros ideales
tanto tiempo
a donde poder volver cuando se está triste solo enfermo
Donde podremos dormir hasta agotar nuestros años
y nuestros pensamientos
y nuestra rabia
y nuestro amor.
INFANCIA
Mi infancia estuvo llena de madre
tímidamente recostado en un árbol
vi el mundo crecer con la influencia de los astros
cuerpos sembrados se transformaban en pasto firme
que vuela
me vi a mí mismo en el nuevo mundo
soñé los rostros de mis amigos
y no pude reconocerlos.
Ayayay!
tímidamente recostado en un árbol
vi el mundo crecer con la influencia de los astros
cuerpos sembrados se transformaban en pasto firme
que vuela
me vi a mí mismo en el nuevo mundo
soñé los rostros de mis amigos
y no pude reconocerlos.
Ayayay!
Admiré el sonido de la lluvia sobre la
calamina
destruyendo el propio sonido de la lluvia
añoré el sonido de la lluvia sobre el lomo de Rocky.
repartí su sonido a mis hermanos.
destruyendo el propio sonido de la lluvia
añoré el sonido de la lluvia sobre el lomo de Rocky.
repartí su sonido a mis hermanos.
Saqué dos árboles desde la raíz
fabriqué el trono de madre frente a la bicharra
bebimos de las luces reflejadas en el agua
guardamos las gallinas y los nombres
el mundo vivió un día en este mundo
y luego todo se cubrió de sombras
que parecían perpetuas.
fabriqué el trono de madre frente a la bicharra
bebimos de las luces reflejadas en el agua
guardamos las gallinas y los nombres
el mundo vivió un día en este mundo
y luego todo se cubrió de sombras
que parecían perpetuas.
REINTERPRETACIÓN
Debo rehacer los círculos, todo está mal.
El odio irracional es el amor
El amor irracional es destrucción
La destrucción irracional se aproxima a la maldad sin tocarla
Sin embargo, es necesaria
No debería ser tan difícil de comprender, mi madre es un pozo en donde caigo y tengo frío, veo la luz como un agujero, como un túnel, amo a mi madre tanto como la caída, siempre quiero llegar y empaparme hasta los huesos, nadar un rato en sus aguas mansas y profundas, dormir bajo el agua hasta que mis cabellos se vuelvan azules, amar un poco su comprensión y su estado líquido de amor.
Y luego salir, ser rescatado, salir del agujero,
Y escapar por uno o dos meses
Creeré entonces en las tormentas
En los temblores
Mi miedo será real cuando llueva
Y el agua del pozo simplemente crezca y se aproxime al cielo
Y mamá muera
Y no habrá pozo en el cual sentir frío
Y mis cabellos volverán a sentir el calor del sol
Y mis huesos volverán a su estado natural
De eterna desesperación.
El odio irracional es el amor
El amor irracional es destrucción
La destrucción irracional se aproxima a la maldad sin tocarla
Sin embargo, es necesaria
No debería ser tan difícil de comprender, mi madre es un pozo en donde caigo y tengo frío, veo la luz como un agujero, como un túnel, amo a mi madre tanto como la caída, siempre quiero llegar y empaparme hasta los huesos, nadar un rato en sus aguas mansas y profundas, dormir bajo el agua hasta que mis cabellos se vuelvan azules, amar un poco su comprensión y su estado líquido de amor.
Y luego salir, ser rescatado, salir del agujero,
Y escapar por uno o dos meses
Creeré entonces en las tormentas
En los temblores
Mi miedo será real cuando llueva
Y el agua del pozo simplemente crezca y se aproxime al cielo
Y mamá muera
Y no habrá pozo en el cual sentir frío
Y mis cabellos volverán a sentir el calor del sol
Y mis huesos volverán a su estado natural
De eterna desesperación.
LAS LLUVIAS RECORREN TREMENDAS DISTANCIAS
El amanecer trae sus desastres
La luz congela la mirada y tiñe de azul
Los rincones más oscuros
El amanecer entra en mi taza de café
Y la casa se derrumba
El amanecer enfría mi amor
Mi jardín es una rosa muerta
El cielo siendo ferozmente apedreado.
La luz congela la mirada y tiñe de azul
Los rincones más oscuros
El amanecer entra en mi taza de café
Y la casa se derrumba
El amanecer enfría mi amor
Mi jardín es una rosa muerta
El cielo siendo ferozmente apedreado.
El amanecer enfría el amor
Las casas me aplastan
Caen sobre mí como migajas de pan
La soledad tañe una vieja campana
Y la memoria se aleja cabalgando:
Las casas me aplastan
Caen sobre mí como migajas de pan
La soledad tañe una vieja campana
Y la memoria se aleja cabalgando:
Entonces tu amor me mantenía encerrado en
una cripta
Yo podía vivir únicamente de la compasión de las personas
Sin enterarme nunca si era de noche o de día
El sueño era una tormenta que envolvía
Nuestras manos en el aire
Nos ataba las muñecas tan fuerte
Que se hacían invisibles
Y miles de trenes se estrellaron en nuestras rodillas
Hasta rompernos el cariño
-Espero que sepas que tu última carta
Devastó el Perú
Pulverizó edificios
Hizo polvo al polvo y a la carne
Millones de personas murieron
Millones y millones de soles se hicieron así puff
Tú también huiste
No dejaste más que la noche cayendo súbitamente sobre tu pelo
Coronando de estrellas
Tu cráneo de lobo
Tu juventud de un par de años
Tú también traicionaste al mundo.
Yo podía vivir únicamente de la compasión de las personas
Sin enterarme nunca si era de noche o de día
El sueño era una tormenta que envolvía
Nuestras manos en el aire
Nos ataba las muñecas tan fuerte
Que se hacían invisibles
Y miles de trenes se estrellaron en nuestras rodillas
Hasta rompernos el cariño
-Espero que sepas que tu última carta
Devastó el Perú
Pulverizó edificios
Hizo polvo al polvo y a la carne
Millones de personas murieron
Millones y millones de soles se hicieron así puff
Tú también huiste
No dejaste más que la noche cayendo súbitamente sobre tu pelo
Coronando de estrellas
Tu cráneo de lobo
Tu juventud de un par de años
Tú también traicionaste al mundo.
Fin del recuerdo (Cesa de llover)
El amanecer canta y envejecemos todos
Todo está viejo y dividido
Menos el polvo, el polvo es el mismo
De hace cien años atrás
El sol descubre su cadáver sobre una piedra
Y las noticias de un crimen que ocurrió durante la noche
Ya empiezan a inundar los desayunos de odio y de terror
El amanecer nace una ciudad completamente nueva
Las pistas mojadas por la lluvia
Flores inclinadas hacia el mar
Huellas humeantes de personas desconocidas
Que caminaron la noche anterior
Solas.
Todo está viejo y dividido
Menos el polvo, el polvo es el mismo
De hace cien años atrás
El sol descubre su cadáver sobre una piedra
Y las noticias de un crimen que ocurrió durante la noche
Ya empiezan a inundar los desayunos de odio y de terror
El amanecer nace una ciudad completamente nueva
Las pistas mojadas por la lluvia
Flores inclinadas hacia el mar
Huellas humeantes de personas desconocidas
Que caminaron la noche anterior
Solas.
INTERMITENCIA
Aquí hay algo que simula ser
algo que cruza un estallido
un resplandor sofocado por el sueño
-Te amo a veces y como resultado
te amo defectuosamente.
Mi madre no recuerda ni el espejismo de su padre
pero ella soñó con él
y aunque me duela decirlo
seguramente su inconsciente ha fundido de retazos el rostro
de orejas perdidas en el tiempo
de ojos sumidos en la duda y en el polvo
Amanece y como resultado este es otro día
¿Quién me asegura que no he muerto,
que no hemos muertos todos
en un repentino ataque nuclear?
¿Qué no hemos formado una civilización de espectros,
una polis griega y difunta
una sociedad de fantasmas trabajadores
de fantasmas presidentes
de fantasmas vagabundos?
He tenido un sueño horrible, el arte consistía en defecar el universo
¿o sobre el universo?
y todos los calendarios eran súbitamente destruidos por un trueno
o devorados por insectos
habíamos arrancado un día de nuestra experiencia
le habíamos clavado el hacha en la espalda
y habíamos seguido con nuestras vidas
le habíamos sofocado aun antes que naciera
pero amanece y es miércoles
nadie ha defecado sobre nada
nadie ha asesinado a nadie
aquí las cosas siguen igual
mi madre no recuerda ni el espejismo de su padre
pero ella soñó con él
ella le dijo: ¿A dónde has ido papá?
No sabes cuanta falta me has hecho
hasta tu cara me había olvidado, tantos años...
y yo lo vi, yo vi el abrazo y el desastre
la destrucción, el polvo y las palabras encalladas en el tórax
medio clavadas aun, medio escondidas
¿Quién me puede asegurar que no he muerto,
que no hemos muerto todos
en un repentino ataque nuclear?
DE NOCHE, CUANDO LOS CABALLOS DUERMEN O HACEN GUARDIA
G. habla de un tiempo que no había llegado
o no habíamos visto
y que sólo conocimos en nuestros sueños.
o no habíamos visto
y que sólo conocimos en nuestros sueños.
B. camina mucho y hablamos telepáticamente,
y la distancia entre nosotros es un hermoso jardín
Alguien corta las alas de los pájaros y caen
en nuestro jardín.
y la distancia entre nosotros es un hermoso jardín
Alguien corta las alas de los pájaros y caen
en nuestro jardín.
K. y yo detenemos la rueda del tiempo
afuera aúllan los lobos.
dentro estamos a salvo de la conciencia.
afuera aúllan los lobos.
dentro estamos a salvo de la conciencia.
Y. y yo reconstruimos nuestra casa.
J. y J. bailan.
madre y yo dormimos vigilando el sueño del
otro
cada uno con un palo.
cada uno con una linterna, con los ojos bien abiertos
repasando el movimiento de las estrellas
con las manos
o hablando con fantasmas.
cada uno con un palo.
cada uno con una linterna, con los ojos bien abiertos
repasando el movimiento de las estrellas
con las manos
o hablando con fantasmas.
R., C. y yo no hablamos, pero nos
presentimos.
de noche las manadas duermen
alguien vigila la noche
y el sueño de sus compañeros.
alguien vigila la noche
y el sueño de sus compañeros.
Y llegan los lobos
y nos encuentran desnudos y sin recuerdos
y nos ladran
pero la noche a crecido y el corazón de quien nos cuida
se ha iluminado y partido a los lobos.
y nos encuentran desnudos y sin recuerdos
y nos ladran
pero la noche a crecido y el corazón de quien nos cuida
se ha iluminado y partido a los lobos.
Miguel
B. Yurivilca Arhuis (Tarma, 1995). Estudiante de Ciencias de la comunicación en
la UNCP. Ganador de un concurso Yachaymalka con el conjunto de poemas: Relación
Sexual. No ha publicado nada aún. Acompañador de amigos, escuchador y bailador
de Erasure en Las Grietas.
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Yo no he elegido la literatura, sino la poesía. No son la misma cosa. La literatura es una posibilidad de la lengua, la poesía es ...