JOAQUÍN EGUREN



ELLOS Y NOSOTROS
Ellos sonríen a la cámara,
nosotros apenas nos inmutamos.
Ellos tienen 2 mil amigos en Facebook cada cual más importante y fotos con botellas de ron, pisco y whisky.
Nosotros tenemos dos páginas de Facebook y fotos de gatos, libros y un par de eventos deportivos.
Ellos viven solos,
Nosotros vivimos con nuestros padres.
Ellos parecieran tener un poder de endeudamiento superior al nuestro,
Nosotros no tenemos deudas argumentando que el crédito es la pérdida de "libertad".
Ellos escuchan música que se etiqueta como carretera,
Nosotros escuchamos música que la gente llama depresiva.
A ellos les va bien,
A nosotros no tan bien.
Ellos se ven felices,
Nosotros nos vemos atrapados entre la juventud y adultez y vice versa.

¿Por qué ellos publican su maravillosa vida en Facebook y nosotros no hacemos más que llenarnos de preguntas?



PENSAMIENTO FRAGMENTADO


Estoy escupiendo
poco a poco
lo que a mi cuerpo daña.

Descubrí que siempre llegué tarde,
tardé en descubrir que mi educación era un engaño,
tardé en descongelar mi corazón y entregarlo a la persona que amaba,
tardé en abandonar la rutina y entregarme a la creación.

Así voy, escupiendo fragmento a fragmento
lo que he callado
porque el sistema me exige estar bien
y si no estoy bien,
bueno ahí tienes las pastillas, el alcohol, la marihuana y un par de webadas más.

Espero que estos escupos
sean el prólogo del gran vacío,
aquel momento en que mi ser vomitará
todas las cosas que le han sido inventadas.

Desde ese punto
podré fundar un nuevo ser sobre mi piel,
comprenderé que no soy un cerebro,
sino que soy cuerpo, música, espíritu y comunidad.

Duele, la garganta se aprieta y los recuerdos
van y vienen,
no hay más alternativas,
es esto o me meto en uno de esos ternos
y me convierto en alguien en la vida,
alguien con casa,
con un auto,
dos hijos,
un crédito de consumo
y un constante sentimiento de evasión.


LA PREGUNTA

¿Qué corre por tus venas que no puedes dormir?
Intentas despejar la mente
visualizando recuerdos de gratas jornadas,
alguna felicitación, risas o quizás un saludo inesperado.
Estático, regulando la respiración
aún sientes tus latidos golpear el centro de tu corazón,
preguntando insistente en el porqué de esta sensación.
Las palabras desvarían y de pronto te sumerges
en los recuerdos que reprimes de día,
aquellos que te llevan a tus peores decisiones,
te atacan, te cuestionan y te dejan paralizado.
Vuelves a controlar tu respiración,
esta vez te apoyas en alguna melodía
pero tu cabeza gira tan rápido, que ya en la primera línea
tú mente deletrea la segunda y así se vuelve a descontrolar.
Todo esto envuelto en un sórdido zumbido,
un constante flujo de estática que no deja nunca a tu cerebro descansar.
Es así como pasas noche tras noche,
soñando que algún día tu cuerpo deje de preguntar,
deje de ahondar en los rincones más profundo de tu ser,
esperas ser bueno, porque bueno eres, pero el tiempo
te ha hecho entender que eres un bueno que la prensa, la gente,
el sistema disfraza de malo.
Quieres responder la pregunta,
a veces respondes bien con un par de piruetas deportivas,
otras simplemente caes en el cara y sello de una canción desesperada.
¿Quién imaginaría que el solo hecho de dormir
se transformaría en todo un problema del psicoanálisis
durante nuestro siglo XXI?


REGISTRO CIVIL

Sacas un número de la máquina
que te conduce a tu objetivo,
pronto serás insertado en un chip
que te dará acceso a todas las maravillas del libre mercado.

Detrás del escritorio nadie te ve,
no hay explicaciones para tu solicitud
y al menor intento de conversación
te interrumpe un profundo no.

Así es como confirmas
que la calidad de los servicios públicos
no es más que el reflejo de la calidad del ser humano
en tiempos donde el dinero todo lo compra.

Terminas el trámite en cinco minutos
y comienzas a preguntarte por tu foto,
tu cara, tu juventud, el paso de los tiempos,
el uso del lápiz, tu índice izquierdo,
el correo electrónico, tu profesión,
lugar de residencia, padrón electoral.

Preguntas que te acompañarán durante todo el día
y que inevitablemente terminarán con una profunda duda
de saber si lo que eres ahora,
lo quería tu ser del pasado,
que si el presente es mejor que el futuro
que si Chile es realmente un país con gente de carne y hueso
y que si mañana tendrás algo que contar a los que vienen detrás tuyo.

Venga a buscar su carnet el día jueves,
eso, eso era lo que tenía que recordar.


ENTRETIEMPO


Primer tiempo intenso,
fiel a mi estilo Bielsista
decidí jugar con 3 delanteros
en un terreno donde el más arriesgado de los entrenadores
hubiera jugado con línea de 5,
apostando al pelotazo largo y la astucia de un buen delantero centro.
Me pasé día y noche recolectando símbolos y palabras
que me permitieran llegar al área chica,
muchas veces las piernas de mis delanteros se fatigaron
ante los certeros golpes del equipo rival.
Al cierre del primer tiempo
la estrategia parecía estar dando resultado,
llegué al área chica donde tuvimos dos remates en el palo.
El equipo rival parecía querer que anotáramos, 
de alguna manera veían el partido más allá que un simple encuentro,
veían en este compromiso la oportunidad de empezar de cero.
Entre el ir y venir de remates, creo haber visto al gerente del equipo
sobre la tribuna marquesina, 
el hombre muy enojado con un puro en la boca
notó que su equipo se aprestaba a entregar el partido.
Fue en eso cuando el árbitro pitó el final del primer tiempo.
Para nosotros las piernas estaban agotadas,
se sentía el sabor a sangre en cada una de las gargantas de nuestros jugadores,
a muchos de ellos los vi llorar de impaciencia en los secretos baños de cada estadio,
se miraban entre sí cómo pidiendo una explicación,
como si este partido no fuese solo un encuentro por tres puntos,
sino que la vida misma se iba en cada oportunidad perdida,
en cada silencio, en cada mirada que cruzaban con los jugadores rivales.
El entretiempo ha sido duro y ya se expande por más de tres días,
de alguna manera sentimos que cuando el árbitro pitó el final 
algo cambió.
Nos cruzamos con el rival en los camarines y su mirada había cambiado.
Secretamente amamos al rival,
llegamos a conocerlo tanto
que nos mimetizamos en él,
conocemos sus movimientos, sus miedos, sus contragolpes,
pero aquellos que cruzaban el túnel con nosotros eran otros.
No eran los que conocimos en la cancha.
En sus ojos se veía el temor al futuro 
que el gerente del equipo había puesto sobre ellos,
rostros reprimidos por las indicaciones de un matón del primer orden,
rostros que gritaban libertad, amor y vida en cada uno de sus gestos,
pero que fueron silenciados por los miedos de la sociedad moderna.
Ahora que el partido sigue en 0-0
nos sentimos débiles,
nos pesan las piernas y el corazón no para de latir,
confundimos nombres y erramos jugadas de memoria,
no sabemos qué camarín tomar ni a quién debemos escuchar,
la estrategia siempre fue suicida,
pero nunca nos dimos cuenta que nos dejaría tan expuestos,
es que es ese el problema con los imposibles,
el hecho de querer cambiarlo todo
nos ciega y deja el corazón del equipo abierto a cualquier golpe,
porque sabemos que no importa lo que debamos afrontar,
siempre debemos seguir, adelante, siempre adelante
luchando por tomar la delantera
abriendo la cancha para abrir el corazón.
El partido ha sido hermoso
y la experiencia de estar vivo se ha  multiplicado en la cancha.
Los jugadores se reúnen alrededor mío, levantan la vista
y con sus ojos expresan su pregunta
¿Qué estrategia utilizaremos durante el segundo tiempo?


Joaquín Eguren (Santiago de Chile, 1990). Licenciado en Educación con mención en Inglés y Pedagogía en Inglés por la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. El 2014 publica su primer poemario Concreto (Opalina Cartonera, 2014). Ha publicado dos libros de traducciones de poesía romántica inglés William Blake Poemas Elementales (Hipérbole Ediciones, 2016) y William Wordsworth Poemas Elementales (Hipérbole Ediciones, 2016). Su poema Misión Solar fue incluido en la Antología de conspiradores (Marciano Ediciones 2016).

CRISTINA MEZA






PARA NADIE

Yo escribo sobre Nadie
y Nadie escribe sobre mí
a Nadie le lleno los dientes de flores
de besos
de sueños.
En Nadie vivo
en Nadie bebo.
bebo el sudor perfumado de su cuello
la saliva dulce de su lengua.
nadie besa las grietas de mis labios
y reposa sobre mis párpados cansados.
En nadie rio
en Nadie lloro
con Nadie escalo por las sábanas blancas
para elevarnos
pertenecernos al otro
al mundo
o a ninguno.


HAY UN RINCÓN DEL MUNDO QUE NO HA SIDO NOMBRADO

Por los dioses
O los hombres
Donde el crack nace de mi entrepierna
Y del cosmos, mis ojeras.

Tengo laberintos en las manos
Que no matan
Y no dejan.

El ir y venir del mundo no cesa
Se alimenta
De mi carne
Hasta permanecer
–inmóvil–
donde el horizonte no retorna.

Los astros de Neruda ahogan mi lengua
Los astros que tiritan me consumen
Se prolongan
A lo lejos
Nos derrotan.

Los huesos mutilados
Son la nada
Que eclipsa nuestro caos.

La piel me queda grande,
Los sueños cortos.

El mundo se mueve
Pero no mis ojos.

El final está cerca
Sin morfina en las venas.


¡QUE ALGUIEN MÁS ME LEA LA MANO!

Y mienta sobre mi final
que diga que los pájaros son malos
y no mueren por mí.
Que los perros no muerden
que mi pecho no duele.
¡Que alguien más elija mi muerte!
Para bañarnos en sangre
me quite las palabras
y me lleve sobre su espalda.
¡Que alguien más me enamore!
Para beber el fin de semana
conseguir una casa
Pero nunca habitarla.


ODA A LA ANGUSTIA (DE PERDER LA CORDURA
SOBRE SU BOCA)
Hace frio
Y con el viento me desnudo
En tus grietas.
Cuántas noches se acumulan
En mi lengua
Cuando te beso.
Muero
En lo más profundo del abismo
Sobre tu nuca.
En silencio.

No he sido más que el vagabundo
Que ve perder al mundo
Que implora a todo sueño
No ver sufrir tu boca.
He andado por el desierto de tu cuerpo
En busca del oasis
Donde coexisto
Con tu lengua.

Yo que muero
Entre suspiros
Que me resto y multiplico
Que no aguardo, no respiro.
Angustia es
Romperme hasta los huesos
Cuando lames el tiempo.
¿Qué hay más allá que no haya más acá?
¡Cuánta angustia!
¡Cuánto miedo!
¿Dónde está tu dios que no me salva?
¿Dónde estás tú que no me besas?

Tus manos
Tus labios
Los retengo con las piernas
Los alejo de mi amnesia.
Y no sé nada
Y me desvelo
¡No te miento!
No me visto
No me marcho.

Con el cuerpo
Acaricias mis entrañas.
Y me pierdo
En tu punta
Que llena
Mi pasión
 De angustia
Que sufre
            De angustia
Que mata
            De angustia.
No sé si mis ojos se cierran
O me he quedado ciega
Por angustia a perecer
A falta de tu lengua.
¿cómo explico
Que mi llanto
Viene del cataclismo
de tu ombligo?
Soy el eco de tu ausencia
            Y no me sirvo.
Me robaste la voz
Pero no el agobio
Ese me lo guardo
(En el escote)

Olvidé de dónde vengo
No sé ni a dónde voy
Muero
Derramando cada gota
De mi nula cordura.
Angustia es
Perderme entre tu altura
Escribirte versos
Quemarme de tu risa
Beberte con locura.


EL PRONÓSTICO DEL TIEMPO DIJO QUE NO LLOVERÍA

que habría sol
el suficiente para imaginar
Que estás
y me besas.

Hace tanto frio
que no me alcanzan las manos
para calentar mis hombros.
No hago el mínimo intento por buscar
un pañuelo
un refugio.

Allá, donde te encuentras
no llueve
y es porque pienso en ti
en mi sacrificio de jeringas,
vodka y heroína

Dios me abandonó hace ya mucho tiempo
se alejó contigo
dejó la lluvia,
tu bufanda perfumada
los filtros de cigarros con el carmesí de tus besos.

Estás más lejos que el cielo
y la inutilidad de mis piernas me impide alcanzarte
 vivir otro día que no sea domingo
dejar de soñar con el octubre en que te fuiste.

Llueve
Donde no debe
En una ciudad que no es Nueva York
pero promete serlo.



Cristina Meza. Guadalajara, Jalisco, 1997. Poeta y artista plástica. Ha participado en exposiciones colectivas como Galería XXVI (2015), Campo de Orquídeas 2da. edición (2016) e Irreconocible (2017), así como en la antología de poesía 10 Balas, por Ediciones El Viaje (2017).

KAREN ITZEL GABRIEL FROYLÁN



EL DELIRIO DEL FETO

(El delirio del feto comienza cuando el líquido amniótico de la fuente empapa al sol y nace un arcoíris, cuando un tizón encendido acaricia la curva de la madre tierra, cuando la mano de un Dios destroza el cordón umbilical y lo empuja a vivir fuera de Obsidiana, sin timón. El vientre se torna en una jaula surrealista de espejos. A punto de ser liberada, resbala, se eleva, gira, delira, despega, mirror-travel).


JAULA DE ESPEJOS
El pez nada en la esfera,
¿llegará el día en que quiera salir de ahí?
SUMERGIDA en amniótico, activo las preguntas y atrapo las respuestas de cristal, de cristal imantado a las burbujas, a mis muñecas, a mi nariz.
Navegué por semanas y meses hasta llegar a la novena puerta, mi vida camina con dolor sobre los años, hoy he comenzado a tejer mi ecléctica existencia con palabras y metáforas.
Macerada bebo botellas de amniótico, y masco flores de loto  para olvidar mi nombre y escribir un poemario.
Soy la mujer prisionera en una jaula de espejos.
Jaula de vellos azules,
Jaula de plumas que asfixian,
que purpurean los pulmones,
Jaula de viajes,
de placentas,
de barrotes umbilicales.
Me afirmo, me empaño y me rompo, una y otra vez. 

Hoy, soy como una hoja de papel
escrita con jugo de limón, 
desnuda, expuesta a la flama de una vela.



ESPEJO DE OBSIDIANA

MADRE, me rompo
después de dibujar tu rostro tantas veces, abro los ojos, y veo relámpagos tornasol que danzan en paredes blancas. Te veo.
Fui una bestia destinada a succionar tus montañas, cascadas blancas, caricias líquidas, embriagante vicio, tempestad  prematura para mi boca.
Soy el espejo de Obsidiana hecho a tu semejanza, espejo de cristal suave, oscuro, tornasol, distorsionado, castigo inaceptable para ti.
Boca, lengua, fuego, lava, soy.
Por invadir tu jaula tantos meses, por levantar la voz en la azotea, y romper la cadena con la que nací, nunca perdón. 
Nacer, volar, odiar.  ¿Sigue molestándote el espejo a contraluz con el sol? Sólo quería que conocieras al monstruo que floreció entre tus piernas.


ROTA

Nací en el siglo de las luces
rodeada de luciérnagas apagadas por el soplo de un molino renacentista, nací en una época que no es mía. 
Nací rota  y por eso buscaré amor en todos los espacios y los tiempos, hasta que muera otra vez.  Amor en las noches solitarias, amor en hoteles baratos, en editoriales fantasma, amor en rostros cubiertos por máscaras que se desgastan con los años, amor en las manos inquietas y deformes de los hombres.
Amor en la nieve que es tocada por el sol,  en lo efímero, en lo abstracto.
Amor conjugado en tiempo pasado, futuro e imposible.
Tú que te has olvidado del amniótico, que  saliste de la burbuja,  que has dejado de ser dos para ser uno y hoy, fragmentado, buscas ansioso tu complemento  sin saber a dónde te diriges,  dime ¿qué es el nacimiento sino una especie de muerte?


Conjugaré el verbo amar en pretérito pluscuamperfecto, te inventaré venado, mutaré en cierva y te seguiré aún después de la ceguera.


RAMAS

Te persigo intentando esquivar las flechas que danzan en la oscuridad de tus bosques.  Te persigo sorda porque mis oídos se atrofiaron desde tu llegada, te persigo ciega porque con mis manos vuelvo a unir la venda rosa con la que tapaste mis ojos aquel día de marzo.
 Te persigo corriendo a cuatro patas, tropezando como un venado herido,  buscando tu fuego,  y te quedas estático, pero no te alcanzo. Corro, y busco en tu casa adoptiva de hace años, donde siempre te encuentro.
Te abrazo, me ves hacia
Abajo

                                                    y me dices sonriendo
que eres un ente complejo, pero te persigo.
Y he de seguirte, porque soy sólo una sierva con la columna vertebral fracturada,  porque estoy hecha de cristal, y aún no sé de qué estás hecho tú.  Porque otra vez estoy en tus bosques viendo el arco en tus manos  y tu sonrisa lejana cuando das en el blanco.
Y es que soy sólo una cierva que ha adoptado tus ramas para sentirse tuya.   Soy sólo una cierva que cuando siente  tus flechas taladrando su cuerpo, destila agua, junta con fuerza los labios y se queda muda.



EPIFANÍA


Bicefalos,
sí, bicéfalos, repletos de estrellas en el cuerpo
siluetas delgadas que apenas pueden sostenerse
de tanto que se aman.

¿Abrazo?  Falso recuerdo de este mayo,
soplo, coagulo en calles de Morelia,
agujero negro en los ojos,
alucinación de nariz roja en medio del desierto.

Amor es utopía,
el arte no es Azul,
ni mayo es rosa,
las máscaras son transparentes ante mis ojos.

Masco los pixeles de tus fotos         con ruido
escupo los poemas que escribiste en el patio.
Disparo tu muerte,
te amputo los labios,
te suelto a la lluvia,
el paraguas que necesitas yace en tu cama.



NAUFRAGIO

El viento me golpea,
sin luna                     no puedo pensar claramente.
Necesito té e invertir palabras,
por eso estoy aquí.

Eres polvo blanco que decora mis paredes,
inhala, inhalar
hasta que el carmesí llegue a los labios.

Gravedad de voz octava en el jardín,
gravedad de voz octava plagada de mi nombre.
El agua pide al fuego que no se apague.

Desenfocada y en silencio retorno al naufragio


OCASO

Soy la mujer ocaso
(Naranja perverso para los que temen a la noche),
la mujer cierva, la de las ramas en la cabeza.
Soy la mujer roja que dominará
al eclipse.


VIVAS

El cabello recogido nunca me agradó,
los años de arroz y sal me aterran,
no todas debemos seguir el mismo camino.
Ahora que grito, abro los ojos 
y me encuentro en el sótano de las que soñaron,
¿Seré yo ese cuerpo mutilado?
¿Seré yo la cubierta de tierra?
¿Seré yo la que no tiene alma?
 ¿La que quemaron hace años?
                        Es preciso derribar y construir,
es preciso vivir y ser mujer sin que te duela.



Karen Itzel Gabriel Froylán (Capacho, Mich., 1993). Estudió Letras en la UMSNH. Obtuvo el Premio Ópera prima poesía de los premios Michoacán de literatura 2016 con su poemario Jaula de espejos.
El nacimiento, la imposibilidad del amor  y la muerte son los principales tópicos en su escritura.


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