MARCOS LEIVA




Martín Vlach


Nos hicimos bajtianos por mala fortuna genética

No somos feos, sino barrocos,
Elegimos la tristeza porque reír era un lugar común
Como subir  a una piedra sagrada o besar a la más linda.

Elegimos las gordas porque eran las únicas
que se fijaron en nuestros discursos
Y a las intelectuales por amor a la desdicha.
No somos feos, sino barrocos,
No gordos, no flacos, no izquierdistas por gracia divina,
Sino abstractos como un plato de papas fritas
O un te quiero desnutrido de elegancias afuera una disco.

Le dije a la conquistada nutria de la temporada
Buscando un lugar propicio para desgajar su febril amor:

“Te bajo la luna para que veas de qué está hecha
 la magia de esta noche  que no es especial porque estemos juntos
Sino porque no hay fealdad en el desconocimiento
De lo que estamos hechos”.

Y me la chupó
como lo haría cualquiera que conoce de empatía

No somos feos, sino sencillos
No somos feos, sino  conscientes de la muerte

No somos feos, sino barrocos.



poema de amor para una completa desconocida

no importa las veces en que escribas
ese poema de amor,
salvo las ocasiones
en que el residuo
queda en la cabeza y no en el impulso,
sino en el golpeteo de los dedos
escribiendo un mail a una completa desconocida
que besaste innumerables veces
hoy es una nube de etanol lloviendo sobre
esta ciudad también desconocida
para un completo conocido que le dio
la mano y la mordió,
se torneó las carnes en ellas
se regocijó en ellas
se atrapó cual alhaja en los dedos
ahora sólo es la sombra de una sombra
que duele tanto como la orina
hoy escurridiza, hoy oscura,
hoy es una memoria hedionda
tajeando los ojos de alguien que le duele recordar
que también la amó y la odió.

Manuales de mal amor

Ella habla lindo
pero me desilusiona.
tras cada enunciado hay un muro que
puede esconder:
a) Una sicópata con el cuchillo en la cartera esperando vengarse de todos y cada uno de los hombres que representan la viva imagen de todo lo malvado. Ante ese hecho, temo por la extirpación de un testículo
b) Una versión mía, y eso supone que también miente, se emborracha algunas veces, oculta la mugre bajo la cama. Suele escribir en sus estados poemas sin guardar.
c) Una novia de antaño, una que cocina, que lava, que plancha, que regala besos al aire, te mensajea día y noche. Una pequeña representación de todas las mujeres de mi estirpe.
d) La que vuela, eso supone el hedor a cerveza y a cigarro barato en adición a una patética imagen poética sobrevalorada. La chica Amelié es su prima.
Ella habla lindo
como yo, quien puedo
también amar
-sin ningún problema-
a
e) todas las anteriores.


Juegos

Estamos jugando a un escondite donde jamás
te encuentro.
Busco donde están los árboles más altos,
por entre medio de todos en esta calle,
por las ciudades que ambos visitamos,
tanto así que ni la sombra ni la duda se te ha asomado
en muchos años.
Ojalá un beso del río te esclarezca los huesos esta noche
para pillarte de nuevo
y llevarte a la guarida de los secretos,
a la cuna que te vio nacer veintitantas veces
con los ojos hinchados de luz.




Marcos Leiva (Puerto Varas, Chile. 1990)  Egresado de Técnico en Atención Social y Recreativa del Instituto Técnico Berta Villegas Oyarzún Alerce - Pto Montt y Profesor de Lenguaje y Comunicación titulado de la Universidad Austral de Chile.  Participante del taller del poeta Clemente Riedemann entre los años 2007 y 2008.
Ha estado en los encuentros literarios Riesgo País, Sur Itinerante, Arcoiris de Poesía (Pto Montt) y Descentralización Poética.
Ha ganado premios tales como el Primer Lugar en Poesía Categoría Joven (14-17 años) Roberto Bolaño año 2008, Primer Lugar del Concurso de Poesía “Mi Casa” organizado por SOCOVESA año 2008, Primer Lugar en el Concurso de Creación Literario “Balmaceda Arte Joven” 2008, el cual publicó su poemario FRAGMENTACIÓN; y otros concursos a nivel provincial y regional. Fue editor de la revista FARO (Literatura de la X región, 2009).
Participó como tallerista de escritura creativa en la Penitenciaria Las Gaviotas de Valdivia, un proyecto que acercó la poesía a los jóvenes infractores de ley.
En el año 2012 es publicado en el libro “Obra Viva”, texto que recopila a poetas residentes y nacidos de la ciudad de Valdivia.
Actualmente se encuentra en edición su obra “Deshuesadero” (Compilación poética 2008-2014), a cargo de La Liga de la Justicia Editorial y es integrante del Colectivo Poético Orgasmar de Puerto Montt.

TANIA SALINAS



Sarolta Bán


El que come callado se condena

Me abrazabas
y fumabas el vapor de mi inocencia.
Llovía insistentemente
en las carreteras de lata
y el tímpano estaba a punto de explotar.
Jamás me diste tregua,
por eso y sin querer
ahora te empaño
la reputación,
con todo el humo
de las mujeres
exiliadas
en las fábricas
capitalistas del deseo.



Dolly se lava el espanto pero no se friega la incertidumbre

Sinfónica
expansiva
roturando
los contornos
anímicos,
vaivén
en los bordes
elásticos de
la paranoia.
Una chica explotó
y flores como sandía
irrumpieron el silencio.
Mis ojos
odian la violencia
de la sangre,
grito,
embestida,
llanto
como fideos
en la sopa
del universo,
agua,
azul.
Me siento mejor.
¿Mañana?
Quién sabe.

Sitio en reconstrucción


Suturas en el sexo
menos en la memoria.
Los ecos púbicos
se propagan
como la luz,
pero no para aclarar.
Cuando mayor capacidad
tiene el foco de la esperanza
menos probabilidades tiene el olvido.
Estoy pataleando en el esperma amputado,
temblando en la oscuridad que no me deja leerte con las manos,
durmiendo con todos los hombres que me excitan las ganas de borrarte,
porque me has dolido la existencia
al punto de querer salvarme
y decir
basta.


Cuando tu futuro sentimental está en las manos de un muerto

Cómo interpreto los signos
si mi ojo disléxico dice gelatina
cuando me inyecto Fresco Solo de mora.
Buscar la vena infinidad de veces
para que mi sexo cante sanjuanitos
en honor al esperma se me ha hecho costumbre.
Me han llovido
rostros picantes  y sudores rizados,
lenguas binarias que han tenido que
sostenerse en una pierna
para hurgarme con la otra los flancos del silencio.
Pero solo aprendí a decir:
“Mi amor, tengo altas expectativas
y tus esfuerzos no me los como
ni con ciencia ficción”.
Mensajes de voz clonándose
y el hombre de mi vida ya no me gusta.
La dislexia entre lo que quiero y lo que pesco
es proporcional a  millones de animalitos
escupiendo VIH en la sangre.
O sea, mi incapacidad para elegir al indicado
es lo mismo que decirle a papá:
“dibújame zonas fértiles,
porque otros  me follan la pupila
 y hasta ahora no aprendo
a ver
n
a
d
a”.


Dinámica de la deconstrucción

Desde chica me gustó abrir las cosas
para conocer su funcionamiento interno.
Misteriosamente perdimos un gato,
hace una semana desapareció el perro
y mamá prometió que no volveremos a tener mascota.


Metodología para alcanzar el encierro

Cuando te han hablado
de humedad
y para no decepcionarte
te han hecho
florecer llanto,
cuando te han esculpido florecillas
pero no en la mirada
y has tenido que arrancarte
de la entraña las espinas,
cuando has oído las explosiones
del abandono con los tímpanos del alma,
solo ahí has decidido cerrar las puertas,
cansada de recibir huéspedes
que solo te  saben
doler.



Tania Salinas Ramos, abril de 1990. Loja-Ecuador.

DIANA GARZA ISLAS



Manuel Calderón


PORLOCK

Lo que germinaría sido red, redes que contuvieran
estas palabras en otra.

Otra espalda en lo desnudo.
Otras medusas pétreas.

Yo quiero eso.
Lo que un pez es.

Había un poema ya de quién, que lo decía.
Había un poema en el mazago.

En tu cabello.
En un país.

Pero perdí el collar en las raíces del durazno.

(Raíces: sillas de mar donde él me guarda en vientre, yo
siendo la estrella.)

Y entonces fue

alto mirar hacia el anillo;
astro que ardiente madrugara;

algo o gota amurallando, algas desleídas de cabeza;
su voz; bosquecitos de piedra en pieles azul y cajas negras
con su lazo siéndome, en el castillo de hielo bajomar
donde ya habito.

Vámonos.

Que significa: Aquí.



V I T U A L L A S  P A R A
U N L I S T Ó N  D E   L L U V I A


Verde es sombra. ¿Pero hay espacio entre
esas cosas y decirlas? ¿No es verdad
que estoy ahí? Sí, el cielo es azul
porque lo miro. No ese instante
ni el perímetro de las cosas
hundiendo en la cuenca.

Plúmbago, la cáscara del sol
también nigérrima, ambas.

¿Pero eras tú o era un castillo?
Rojo. Cleidomastoideo.

Así fue urdir palpando
su nombre a la caída.

(Aquí Mojan. Sus Patitas. Pájaros De Octubre En Lo Mullido)


M I  A L E G R Í A

Tú no sabes volar y ya no quiero ya no quiero ver caballos bailar en su caja verde látigos y lengua ya no quiero dibujar (pequeñas jaulas en la pared de polvo) ya no quiero sumergir seis leguas de mar bajo párpados postizos, no, la memoria de ése en fuego abierto diluir la sin caracola la sin mar sumar silencioso que domina diez palabras que no fueron aquí ni casitas en el árbol ni zapatos al revés como alondras metálicas ni alondras con el párrafo de su costilla abierto como góndolas de luz.

Ni mi alondra modorrita en mi miseria más mimosa.

Ni mi lastre de ríos en cuatro números dos meses y un pastel azul a la justa medida de mi boca galopar (mi galopar naranja) en mi boca galopar su galopar ardor su ensillar la maravilla en la abocada: cuando yo y mis nueve años mi vestido casi verde cuando yo y mi minuciosa lentejuela cuando organicé (diez fiestas de cumpleaños) para recibir listones que pudiera calcular que pudiera dividir que pudiera resolver (que Nomeolvides significa Nomeolvides) que pudiera recordar cuando Lidia se sentó (a la orilla de mi cama) y dijo algo que su osito derrumbé y dijo algo que su primo me miró (el cabello dividido en dos crenchas perfectas) revelándome mi nombre (Amalia, Lidia Amalia) quien cuando al tirarle mi monito mi álbum mi calculadora me brindó el tercer matiz del ardo exacto y los saldívares.


(La isla que nunca, amor, ya nos separaría.)


G O O D E N O U G H [1]

I.

Es cuando llovió batracios el cometa de mi doble cara.
Es cuando bailaste faros acordándome del sitio.
Es una clase de aritmética.

II.

Son caracoles y delfines, muy veloces.
Son como esto.
Son la espada del umbral con un roedor.

III.

Significa que si este volcán se parapeta, yo seré la misma.
Significa que debes insertar una isla voladora aquí.
Significa una Caja Sin Brazos.



Diana Garza Islas (Nuevo León, 1985). Tiene tres libros publicados: Caja negra que se llame como a mí (Bonobos, 2015); Adiós y buenas tardes, Condesita Quitanieve (El Palacio de la Fatalidad, 2015); y con Sergio Ernesto Ríos ha publicado: La czarigüeya escribe (Analfabeta, 2014).



[1] Transcripción de los segmentos cabeza-tronco-extremidades de tres pruebas aplicadas en el lapso de una hora.

JAIME TZOMPANTZI





Elogio al dextrometorfano

1 de mis gatos, ser vivo superior,
me dijo que la eternidad es cerrar los ojos
Es muy tierno poseer el don de la teletransportación
Otro de mis gatos
Ser vivo favorito de la vida
me dijo:
Vas a ser el fantasma más guapo de tu colonia
Vas a encontrar el amor en un ovni.
Tengo 2 amigos enfermos
y cuando caminan por la avenida
son más grandes que los edificios
Tengo dos amuletos
y uno son tus ojos
y los tengo inyectados en mis brazos.
Una noche una desconocida me tomó del hombro y me dijo
“Eres moreno como la madrugada”
“Eres concupiscente como las rosas”
“Eres el chico de la neblina azul”
Y  todas las cosas a mi alrededor se sonrojaron
Y todas las cosas a mi alrededor se enamoraron de mí
Y a todas les rompí el corazón
Gracias imaginación por crear las drogas
                 Gracias por las abejas
                  Gracias por los amigos
Muchas gracias por las caderas



4 personas solas en el fin de la humanidad
y estaba  muy divertido en una fiesta
hablando sobre chicas y filosofía
cuando de pronto desaparecen todos


como desprendidos del álbum
como el seguro en la puerta del automóvil
como íconos del escritorio eliminados

estaba muy divertido en una fiesta
y creo que me quedé dormido
pero no recuerdo
y ahora sólo hay gelatina roja
temblando
pero cómo
si ya no hay nadie
estoy sólo frente a una multitud sin sombra
en un pueblo de fantasmas que me ignoran
veo un zombie,  primero me mira a los ojos
y luego  me evita
sigo caminando

en un prado rodeado de vacas un ovni pasa de largo

y las hermanas de la misericordia han muerto
reproduzco música y no quiero bailarla
se caen las cosas, los cables, los puentes,
no hacen ruido
estaba en una boda bebiendo mucho y ahora no logro ponerme ebrio
aunque he tomado ya 3 botellas del mejor vino
de superama
Estoy solo en mi cuarto del mundo y bailo feliz
y el templo del amor es aquí, aunque no existe ya el amor


Para escapar de un antro en ruinas te espero en la punta de la escalera.

Un terremoto derrumbará el antro donde trabajamos
y nos moriremos todos ,
como hermanitos que no se conocieron
que no sabían que iban a morir juntos en una fiesta,
que sus gritos amigos en el último momento
eran hace unas horas sólo el paisaje de una rumba aplastadora
que colapsó el edificio de nuestros nervios.
Un terremoto nos sepultará entre nuestras propias luces
Y pensaremos todos, un micro segundo antes de la angustia
En una verga o en un culo que no amamos,
pero que sinceramente idolatramos.

[A lo lejos de mi alma, sabré antes del siniestro que me gustaría salvarte
o mirarte desde las alturas en blanco y negro y ver cómo te salvas sola]

Nos moriremos a un paso del orgasmo todos tomados de las manos
Y creeré en mi propio vacío hermoso de ojos color de miel

(Tras el horizonte, en el día del apocalipsis,
un supermercado seguirá abierto)

Quiero a tu lengua en mi oído el día de la destrucción
Te esperaría en la barca en el principio de 1 lago para escapar del terremoto
En un lago que no exista en nuestros mapas,
o al que no vamos a ir porque la ciudad está programada
para desaparecer en nuestro último trago
{a la hora en que pensamos en arrecifes ocultos dentro de los departamentos}

Te esperaría en las calles de rodillas con todos mis músculos gritando
Pero en cada esquina una luz estroboscópica me hace sangrar.
Y en cada parpadeo una multitud lacerante me suplica.
Todo mi sentido mesiánico muere en las multitudes.
Pero a veces las multitudes cantan
y quizá toda la ciudad sea una fiesta que se derrumba
Y en el antro donde trabajábamos había terremotos todos los días
Y todas las multitudes me ignoraban.
Pero yo te veía correr entre la pista.
Y te veré correr entre mis muertos.


Jaime Tzompantzi. Ciudad de México (1994). Cree en los unicornios.

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