DE PERFILES, VÉRTICES, PLANETAS, CUERPOS, ÁRBOLES Y ESCENARIOS

"Buenos días, las hojas en blanco te esperan aquí."



Beatriz Pérez no precisa  definiciones o preámbulos o aclaraciones porque su voz es definitoria en sí misma, sin alardes semánticos, sin estructuras de ingeniería poética, sin más puente que el que se establece entre los versos y el lector.
¿Entrañable? Sí. ¿Sinceramente desnuda? Sí. ¿Obra pictórica? Sí. ¿Fotogramas de una o mil vidas? También, pero sobre todo, para mí es sencillamente honesta. Y bajo el auspicio de esa honestidad primigenia, el lector se encuentra abrazado a singularidades tan directas como esta:
“Sigue olvidando,
puede que amanezca la luna
desde el suelo de una noche transpirada”.

Y la magia impregna, como lo hace siempre con la buena poesía, todo átomo, toda capacidad sensorial y toda atención. Su voz poética rapta los ojos del lector, es un hecho.
“A veces, te despedías de todo para siempre”, dice la poeta en “La gravedad”, y la gravedad se hace más grave si cabe, se agranda el vacío y la página, de repente, es inmensa. Así de llano es el camino de Beatriz, así de palpitante, con la rotundidad de las palabras justas para decirlo todo sin aspavientos.

Nebulosas, universo, planetas, son continentes que subrayan los versos de Beatriz Pérez, como si la palabra pudiera reinventarse en los silencios, en los espacios sin tiempo, y tras la experiencia de la lectura de De perfiles, vértices, planetas, cuerpos, árboles y escenarios  puedo asegurar que sí se puede.
Por supuesto hay códigos personales de la autora en los poemas.  En Numb, la espera sostenida por ejemplo, toda una ciudad interior repleta de espacios flotantes que se interrelacionan, suben, bajan, se hablan y susurran, conforman una suerte de fluidos que nos visten, o mejor dicho nos desvisten, permitiendo al lector hacer de ellos sus paisajes particulares, emprender con ellos nuevos viajes o pintar escenarios diversos. Esa es, justamente, la virtud necesaria para que un poema abandone a su progenitor y trascienda, crezca y se convierta en un adulto universal, es decir en poesía.

Marian Raméntol

DANILO T. BROWN

WE ARE THE WORLD
Pienso en el mundo. 
Pienso en el planeta.
Pienso en esa imagen de la Nasa 
donde la tierra es azul y redondita.
Un lugar perfecto
que gira sobre su propio eje alrededor del Sol 
y es algo achatado por los polos.
 En realidad no sé cómo es el mundo.
Si debiera ceñirme a lo que he visto, 
diría que el mundo es pequeño
y a veces llueve y huele a barro
y diría que hay ríos y aviones
y ciudades donde viven personas que hablan idiomas 
y hay hospitales y carreteras y taxis
y tiendas donde venden queso.
Diría que mi cielo favorito tiene nubes grises
y que hay gente que duerme en los cajeros automáticos 
y bebe vino en tetrabrick y tienen negra la planta de los
pies.
En mi mundo no hay guerras.
En mi mundo la enfermedad incurable afecta siempre a
los demás.

A la hermana de mi padre,al padre de mi madre,al amigo del amigo de un amigo.
Vivo en un lugar feliz.
Tengo trabajo y zapatillas cómodas.La gente hace películas para que yo las vea,la gente escribe libros, pinta cuadros, estudia medicina, construye casas con vistas al mar para mayor gloria de mí
mismo.
Si yo estuviera solo en este mundome moriría de pena o de un simple sarpullido.

POÉTICA 2

Las conversaciones domésticas son una parte esencial, 
coger una sartén, una cuchara,
rascarnos, mirarnos un lunar, tirarnos pedos,
escuchar un pitido siempre que apretamos un botón.

Todo eso que ocupa el 90% de tu vida
y que sin embargo,
inexplicablemente,
no aparece en los manuales de escritura,
ni en los poemas.

LAST BREAKFAST

Busco la decadencia de la carne,
el exceso de grasa, el alimento 
profundo y mineral de las señoras 
casadas y con hijos. No me importa
la lenta destrucción, el deterioro 
constante de sus órganos internos.
Sólo busco un lugar donde agarrarme 
al borde de la cama, una mujer madura 
hecha de carne tierna y suculenta
con todos los nutrientes necesarios
para llegar a fin de mes sin pasar hambre.

La vida, para mí, consiste en eso. 
No hay nada más allá del desayuno.

 MBA

La vida sin dejar de señalar,
la vida sin memoria,
y ya desde niño te quitan el asombro,
mamá mira,
niño no señales,
te cortan el asombro,
la bicicleta roja,
el dedo tieso,mamá mira,
niño no señales,
los ojos como platos,
la boca abierta,
te paras de repente en medio de la vida
y te disculpas,
pides perdón,
perdón por el dedo y el brazo y los ojos como platos, 
perdón por el color azul,
no volverá a ocurrir mamá,
no volverá a ocurrir,
voy a portarme bien,
voy a ser bueno,
voy a estudiar un Master en Administración de Empresas.

SALA DE ESPERA

Vivir, morir, alimentarte,
ir al médico y que te recete Motilium, Omeprazol, 
Emovate crema para la balanitis,
Pulmicort, Paroxetina.

Las salas de espera de los hospitales huelen a cosas de hospital,
yodo, agua oxigenada, Benzetacil,
huelen a bacterias y enfermedades infecciosas, 
catarros, guantes de goma.

Tenías cita a las 10 y son las 11.

Las salas de espera de los hospitales están llenas de gente
que tose
y de niñas con muletas, de señoras en chándal 
y de hombres con problemas de próstata
que te preguntan que a qué hora tienes cita
y con qué médico.

Necesitas medicinas, análisis de sangre, 
necesitas decir dónde te duele y desde cuándo, 
que no puedes dormir, que tienes miedo.

El culo gordo y enfermo de una señora de mediana edad 
te roza cuando se sienta en la silla de al lado. 

Tú te apartas, te encoges, te haces pequeño 
como un virus,
intentas desaparecer,
que no te toquen, que no te hablen,
que te dejen tranquilo con tus bultos y tus cosas.

No bebes alcohol, no fumas, haces deporte, 
comes pescado, frutas y verduras,
bebes dos litros de agua mineral todos los días, 
zumo de naranja, café con sacarina.

Cuando sale la enfermera por fin dice tu nombre, 
dice fulano de tal o dice José Pérez o Alberto García 
y eso eres tú,
un nombre, un apellido,
un puñado de síntomas,
un catarro mal curado,
otro tumor que hay que extirpar.
 Y Ave María Purísima.



Danilo T. Brown (Manuel del Barrio Donaire para sus padres). Nació en Úbeda en 1977. Ha vivido en Madrid, Alicante, Málaga, Barcelona y Madrid otra vez, donde reside actualmente. Estudió en la universidad, trabajó de camarero, teleoperador, profesor, periodista, librero, coach. Se sacó un máster y algunas carreras. Es autor de los poemarios “Confesiones de un soltero autopoético” (Point de Lunettes, 2009, Premio Nacional Princesa de Éboli, reeditado y ampliado en 2015 como “Autopoético”), “Alguien que sea yo” (Huacanamo, 2011), “Un ojo izquierdo llamado Danilo T. Brown” (Lupercalia, 2012), “Cirugía para quiste del epidídimo” (Baile del Sol 2013) y "¿Por qué hay un plato que gira dentro del microondas?" (Ediciones Liliputienses 2014). Por ahora sigue trabajando y sigue estudiando, lee libros de autoayuda y va al psicólogo y al psiquiatra, aunque no descarta dejarlo todo para irse a morir a Alaska. Sus poemas también han aparecido en diversas antologías y revistas. Ahora ha terminado de escribir "No soy el primero ni el último que salta desde un séptimo piso" (aún sin editor) que es una cosa autobiográfica por la que le desheredarán sus padres y sus amigos dejarán de hablarle.

danilotbrown@gmail.com 
weblog danilotbrown.tumblr.com

Colaboración: Jesús García Mora

POESÍA COMO EXPLICACIÓN, POESÍA COMO PRAXIS POR BRUCE ANDREWS






Oh, los más viles están destinados a recompensas
y los mejores bostezan
bocas anchas ante un simulacro vacío,
la narrativa solo me entristece
y los ricos llevan el negocio en sus cabezas.

—Marcabru, provenzal del Siglo XII, trad. Blackburn


Usaré como apoyo de mis observaciones sobre política y radicalismo en el trabajo literario reciente, las dos extensas antologías del tipo de poesía que Charles Berstein y yo enfocamos al editar L=A=N=G=U=A=G=E: The L=A=N=G=U=A=G=E Book (Southern Illinois University Press, 1984): Douglas Messerli, ed., “Languaje” Poetries (New Directions, 1987) y Ron Silliman, ed., In the American Tree (National Poetry Foundation, 1986).
Siempre trato de reorganizar mi vida y el mundo (palabras escritas describen la política).
Incomprensión es el subtítulo.

Impaciencia
Por lo general, disidencia radical y “política” en la escritura serían vistos en términos de comunicación y efectos concretos en una audiencia; lo que significa un esfuerzo encaminado a autorizar, a movilizar —dirigido a identidades existentes— o a la representación de condiciones externas, usualmente de una manera continua y orientada.
La tan llamada “luz progresiva”, la usual suposición acerca de la comunicación inmediata, dar “voz” a la “experiencia” “individual”, la transparencia del medio (lenguaje), la instrumentación del lenguaje, el pluralismo, etc., llenan este proyecto. Sin embargo en esencia, tal literatura progresivamente convencional falla al auto examen de escritura y a su medio: el lenguaje. Pero en una era donde la reproducción del status quo social es cada vez más dependiente de la ideología y el lenguaje (lenguaje en ideología e ideología en lenguaje), significa que en realidad ésta no puede hacer reclamos para comprender y/ o cambiar la naturaleza del conjunto social, no puede ser política en ese modo crucial.
Un deseo de dimensión política y social en la escritura —que abarque el interés por el público, por el bien común, por una comprensión y transformación completa —, implica una preocupación total por el lenguaje como medio: por las condiciones de su estructura de significado, significante, o valor y sentido. Técnicos de lo social —la necesidad de ver la sociedad como un todo—. Lo que ha significado en años recientes, con esta labor, una concepción de escritura como política, no una escritura sobre política. Pregunto: ¿Qué es la política dentro del trabajo, dentro de su trabajo? En vez de instrumentalizada o instrumentalizadora, ésta es una escritura poética más activa explicativamente, que explora las posibilidades del significado, de “ver a través”: trabajos que exploran el proceso por el que el lenguaje “trabaja”, que implican la historia y el contexto necesarios para que la escritura sea mucho más comprendida, que traen esos bloques compactos y límites de significado y sentido de vuelta hacia dentro de la escritura, y que crean una mayor distancia al ponerlos dentro del circuito interno.
La explicación penetra en la escritura misma —trabajo de localización en relación con sus materiales sociales— por tanto manipula, resiste y caracteriza. Lee el otro lado, no solo se lee a sí misma. No trata de ser auto-explicativa de una manera formalista y metodológicamente orientada, encerrada en su propio reino independiente. Es en sí misma una interpretación. Es una respuesta, una producción que tiene lugar dentro de un contexto mayor de reproducción. Ésta es la reflexión que deberíamos buscar —un modo social, que llega a través de un método (de escritura y de lectura) —, no (sólo) de “contenido”. Método como prescripción que proponga problemas y despierte lecturas.
Nada pasa desapercibido. Los límites no son localizados hasta que son empujados. Rescribir el cuerpo social —como una transacción cuerpo a cuerpo: para escribir en la operación un “cuerpo legible” que es más y más auto-reconocido como social—; revelar el medio, despreciar los hechos no auto-evidentes. Un efecto-V para combatir lo obvio; pararse = rebelarse; descubierto a nuestras “balas de papel del cerebro”. Todo esto apunta a ver el lenguaje como medio en dos aspectos: primero como un sistema de signos; segundo, como discurso o ideología. Círculos concéntricos, uno dentro del otro. Sin embargo, en ambos casos, la misma inquietud: dejar de reprimir la construcción activa, el hacedor de significado, el hacedor de sentido —el sentido social—.
Lo que primero vemos es el lenguaje en términos formales: el signo. No hay “tratamiento directo” de lo posible, excepto por las “cosas” del lenguaje. Pureza cristalina —o transparencia— no se encontrará en las palabras. Esa idea clásica es una ilusión que recomienda recuperar el proceso de producción, o que dirijamos la mirada lejos de éste.
Una alternativa encararía al lenguaje como medio —a través del que podemos tener una poética que es una lectura, la que reconoce, o encara, su base material como una reescritura del lenguaje—; para arrojar la duda sobre cada una de las construcciones “naturales” de la realidad. No sólo al articular la brecha entre el signo y el referente —o teatralizar esa abertura al evitar el significado en conjunto—, sino al mostrar una idea más sistemática del lenguaje como sistema y juego de diferencias, con sus propias reglas de funcionamiento. La praxis radical —a este nivel, o dentro de ese primer círculo concéntrico— implica aquí los rigores de la celebración formal, una infidelidad juguetona, una cierta ilegibilidad dentro de lo legible: un énfasis, una gran exuberancia, una máquina de movimiento perpetuo, una trasgresión.

Nota: Fragmento del ensayo Poesía como explicación, poesía como praxis - La política de  forma poétia de Charles Bernstein

PAUL ELUARD

PRIMERAMENTE

I
En voz alta
Se elevó el amor ligero
Con tan brillante esplendor
Que en su desván la cabeza
Tuvo miedo a confesar todo.
En voz alta
Cubrieron los cuervos de la sangre
La memoria de otros nacimientos
Después derramados en la luz Futuro pulverizado de besos.
Imposible injusticia sólo un ser existe en el mundo
El amor elige al amor sin cambiar de rostro.

II
Sus ojos son contornos de luz
Bajo la osadía de su desnudez.
A flor de transparencia
Los cambios de pensamiento
Anulan las apagadas palabras.
Ella eclipsa todas las imágenes
Deslumbra al amor y sus sombras rebeldes
Ama - ama para olvidarse.

III
Los todopoderosos representantes del deseo
De los graves ojos recién nacidos
Para suprimir la luz
El arco de tus senos tendido por un ciego
Que se acuerda de tus manos
Tu suave cabellera
Son en el río ignorante de tu cabeza
Caricias al filo de la piel.
Y tu boca que enmudece
Puede probar lo imposible.

IV
Te lo he dicho para las nubes
Te lo he dicho para el árbol del mar
Para cada ola para los pájaros entre las hojas
Para los guijarros del ruido
Para las manos familiares
Para la mirada que se hace rostro o paisaje
Y a quien el sueño devuelve el cielo de su color
Para la noche entera bebida
Para la verja de los caminos
Para la ventana abierta para una frente descubierta
Te lo he dicho para tus pensamientos para tus palabras
Toda caricia toda confianza se sobreviven.

V
Más era un beso
Menos las manos en los ojos
El halo de la luz
En los labios del horizonte
Y unos remolinos de sangre
Que se entregaban al silencio./

VI
Tú sola y oigo la hierba de tu risa
Tú la cabeza que te conduce
Y desde la circa de los peligros de muerte
Sobre los brumosos globos de la lluvia de los valles
Bajo la densa luz bajo el cielo de la tierra
Engendras la caída.
Los pájaros ya no son un refugio suficiente
Ni la pereza ni el cansancio
El recuerdo de los débiles arroyos y los bosques
En la mañana de los caprichos
En la mañana de las caricias visibles
En la aurora de la ausencia y la caída
Las barcas de tus ojos se pierden
En el encaje de las desapariciones
El abismo se ha revelado otros han de apagarlo
Las sombras que tú creas no tienen derecho a la noche.

VII
La tierra es azul como una naranja
No es ningún error las palabras no mienten
No os obligan a cantar
Y en vez de oírse unos besos
Unos insensatos amores
Su boca de alianza
Tiene todos los secretos todas las sonrisas
Y tan indulgentes vestidos
Que se le creería del todo desnuda.
Las avispas florecen de verde
El alba se coloca en torno al cuello
Un collar de ventanas
Y unas alas envuelven a las hojas
Tú tienes toda la alegría solar
Todo el sol de la tierra
Sobre los caminos de tu belleza.

VIII
Mi amor por haber figurado mis deseos
Puesto tus labios en el cielo de tus palabras como un astro
Tus besos en la noche viva
Y en torno a mí la estela de tus brazos
Como una llama en señal de conquista
Mis sueños son en el mundo
Claros y eternos
Y cuando tú no estás
Sueño que duermo sueño que sueño

IX
Donde la vida se contempla todo está sumergido
Por encima de las coronas del olvido
El vértigo en el corazón de las metamorfosis
Una escritura de algas solares
El amor y el amor.
Tus manos hacen el día entre la hierba
Tus ojos hacen el amor en pleno día
Con las sonrisas en el talle
Y tus labios en las alas
Te colocas en el lugar de las caricias
Te colocas en el lugar de los sueños.

X.
Tan serena apagada calcinada la piel gris
Predilecta de la noche presa en sus flores de escarcha
Apenas contiene de la luz sino las formas.
Sentirse enamorada le hace estar hermosa
Sin tener que esperar la primavera.
El cansancio la noche el descanso el silencio
Todo un mundo viviente entre los astros muertos
Con la confianza en la pervivencia
Ella está siempre visible cuando ama.

XI
Ella no sabe tender lazos
Tiene los ojos en su belleza
Tan simple tan simple es seducir
Y son sus ojos quienes la encadenan
Y es sobre mí en quien se apoya
Y es sobre ella sobre quien arroja
La red voladora de las caricias. .. ~/

XII
La mentira que amenaza las tenaces y arriesgadas astucias
Las bocas al fondo de los pozos los ojos al fondo de las noches
Las súbitas virtudes las redes que se arrojan al azar
Los deseos de inventar ardides admirables
Las guadañas las trampas entre los cuerpos entre los labios
Las paciencias macizas las impaciencias calculadas
Todo lo que se impone y reina
Entre la libertad de amar
Y la de no amar
Todo lo que tú desconoces.

XIII
Enamorada en secreto detrás de tu sonrisa
Desnuda las palabras de amor
Descubren tus senos y tu cuello
Tus caderas y tus párpados
Descubren todas las caricias
Para que los besos en tus ojos
Te muestren en toda tu estatura.

XIV
El sueño ha apresado la huella
Y el color de tus ojos

XV
Se inclina sobre mí
Corazón ignorante
Para ver si la amo
Confía olvida
Bajo las nubes de sus párpados
Su cabeza se duerme en mis manos
Donde estamos
Juntos inseparables
Vivientes vivos
Vivientes viviendo
Y mi cabeza rueda en sus sueños.

XVI

Bocas ávidas de los colores
y de los besos que las dibujan
Llama hoja agua sensible
Un ala las mantiene en su palma
Una risa les derriba.

XVII
Con una sola caricia
Te hago brillar con todo tu resplandor.

XVIII
Vaivén de carne pasto tembloroso
En las orillas de la sangre que desgarran el día
Perseguida por la sangre nocturna
Desmelenada la garganta presa de los abusos de la tempestad
Víctima abandonada por las sombras
Por los pasos más suaves y los límpidos deseos
Su frente no será ya el reposo seguro
Ni sus ojos la gracia de soñar con su voz
Ni sus manos las manos que liberan.
Ahechada, de pasión ahechada de amor sin amar a nadie .
Ella se forja incomensurables dolores
Y todas sus razones para sufrir desaparecen

XIX
Una brisa de danzas
Por un camino sin fin
Los pasos de las hojas más veloces
Las nubes esconden tu sombra.
La boca de fuego de armiño
De hermosos dientes el fuego
Caricia color de diluvio
Tus ojos persiguen la luz.
El rayo rompe el equilibrio
Las lanzaderas del miedo
Dejan caer la _noche
Al fondo de tu imagen.

XX
Al alba te amo la noche entera en mis venas
La noche entera mirándote
Teniendo que adivinar todo seguro de las tinieblas
Que me conceden el poder
De envolverte
De agitar tu deseo de vivir
En el seno de mi inmovilidad
El poder de revelarte
De liberarte de perderte
Llama invisible en la claridad.
Si te vas la puerta se abre sobre el día
Si te vas la puerta se abre sobre mí.

XXI
Nuestros ojos intercambian su luz
Su luz y el silencio
Hasta no reconocerse
Hasta sobrevivir a la ausencia

XXII
Con la frente en el cristal como a quien hace velar la pena
Cielo cuya noche he traspasado
Diminutas llanuras en mis manos abiertas
En su doble horizonte inerte a insensible
Con la frente en el cristal como a quien hace velar la pena
Yo te busco más allá de la espera
Más allá de mí mismo
Y no sé -tanto te amo-
Cuál de los dos se halla ausente.

XXIII
Viaje del silencio
Desde mis manos a tus ojos
Y entre tus cabellos
Donde unas doncellas de mimbre
Se adosan al sol
Mueven los labios
Y dejan a la sombra de cuatro hojas
Alcanzar su cálido corazón de sueño.

XXIV
La habitual
Simula felicidad como el que simula ser ciego
El amor incluso cuando apenas en él se piensa
Ella está en la ribera y en todos los brazos
Eternamente
Y a su merced se halla el azar
Y el sueño de los ausentes
Ella sabe que vive
Todas las razones de vivir.

XXV
Me separé de ti
Pero el amor me acompañó siempre
Y cuando le tendí los brazos
El dolor se hizo más amargo
Todo un árido desierto
Por separarme de mí mismo.

XXVI
He cerrado los ojos para no ver nada
He cerrado los ojos pare llorar
Por no verte.
Dónde están tus manos las manos de la caricia
Dónde están tus ojos la voluntad del día
Tú perdido todo ya no estás aquí
Para iluminar la memoria de las noches.
Yo perdido todo solo me veo vivir.

XXVII
Los cuervos aletean por los campos
La noche se apaga
Para una cabeza que se despierta
Los blancos cabellos el último sueño
Las manos se hacen luz de su sangre
De sus caricias
Una estrella llamada azul
Y cuya forma es terrestre
Enloquecida por los aullidos
Enloquecida por los sueños
Enloquecida por los capelos . del. ciclón fraterno
Infancia enloquecida por los fuertes vientos
Cómo harías la hermosa la coqueta
No se reirá más
La ignorancia la indiferencia
No revelarán su secreto
Tú no sabes saludar a tiempo
Ni compararte con las maravillas
Pero me oyes
Tu boca comparte mi amor
Y es por tu boca
Detrás del vaho de nuestros besos
Por donde estamos unidos.

XVIII
Roja enamorada
Para compartir tu placer
Yo me tiño de dolor.
Yo he vivido tú cierras los ojos
Te encierras en mí
Acepta entonces vivir.
Todo lo que se repite es incomprensible
Tú naces en un espejo
Delante de mi antigua imagen.

XXIX
Seria preciso que un solo rostro
Respondiera por todos los nombres del mundo.



Paul Éluard, (Seudónimo de Eugène Grindel; Saint-Denis, 1895 - Charenton-le-Pont, 1952) Poeta francés, considerado el maestro de la poesía surrealista. Hijo de un agente inmobiliario, su familia perteneció a la pequeña burguesía y estudió en el Liceo Colbert. Después de pasar una temporada en Suiza, a causa de una grave enfermedad, volvió a París en 1913 y comenzó a escribir sus primeros poemas. En 1914 fue llamado a filas pero abandonó las armas afectado por una gangrena pulmonar.

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