DISNEY PARA TODXS / ANDREA DE LEÓN GARCÍA


Si bien podemos hablar de la eficiencia de la empresa Walt Disney para ofrecer, vender, y posicionar en el mercado mundial sus productos así como el logro de su omnipresencia haciendo de nuestras vidas inimaginables sin la presencia de sus inofensivos y amigables personajes, alentando la subcultura estadounidense y el consumismo del que todos sus admiradores somos, fuimos o seremos participes. Desde la cobija del recién nacido hasta el lugar favorito para vacacionar.
Disney nos llama al disfrute al no sufrimiento a la utopía que no envejece, que es infinitamente dulce y amable. Donde los animales a forma de fábula son parte importante de la empresa siempre y cuando hablen, actúen (vivan) a la forma Disney.
Siempre jóvenes, valientes, sumisos o burlones todo depende del género que se quiera representar y la edad de éste, porque no se puede representar de las misma forma un villano a través del carácter Hugo, Paco y Luis, incorruptibles pero traviesos, de buenas intenciones carentes de una autoridad mayor a la de un tío bobo y divertido ¿Acaso Disney vino a modificar nuestro estereotipo? Individualmente es una pregunta que puedo formular abiertamente, y como sociedad ¿Cuánto ha contribuido a los patrones sociales?.
Quizás simplemente sea la parte mercantil la que los ha orillado a vendernos esa felicidad imposible de vivir como humanos no pertenecientes al mundo mágico de Disney. Aunque en el mejor de los casos se puede llegar a experimentarse ese estado de confort, ya sea a través de la visita a uno de los múltiples parques de diversión (con la bien arraigada temática de ratoncito sonriente) o cuando uno de pequeño miró por primera vez la sirenita.
Si esa jovencita encaminada a la sexualidad, huérfana de madre que burla la única autoridad que es la de su padre y escapa para ir en busca de un hombre (hombre que su padre no aprueba) y casarse con él como único fin y meta en su vida. A lo mejor de esa forma podemos ser por un momento felices ahí en ese mundo, de lo contrario “Los grandes y pequeños tendremos, en lo sucesivo, que habituarnos a leer y seguir las historietas que describan nuestra realidad nacional la que de ser como la pintan los escritores y panegiristas de la época que estamos viviendo, es cruda, es amarga, es cruel, es odiosa” [1]

Cabe resaltar que la selección del tema a tratar es por motivos personales. Y es que cómo no brincar ante la desfachatez de escuchar decir que de grande se pretende ser princesa, pues sí cuando se le pregunta a la sobrina más pequeña mientras ella dibuja qué es lo que quisiera ser de grande ella sin pena ni gloria contesta “Quiero ser princesa” como si eso de verdad fuera posible como si uno pudiera inscribirse en una universidad para princesas y titularse, trabajar, sacar tesis, especialización y todo respecto a la profesión de ser princesa.
Eso en el momento pueda causarte un poco de risa pero tomándolo más a fondo puede que en realidad no sea esa situación motivo de risa, podría apostar que no es cualquier princesa. Su modelo no va más allá de la empresa Disney
¿A eso quieren dedicarse las pequeñas de hoy?
Pero la verdad seamos sinceros, quién no quisiera ser princesa o príncipe.
Vamos a verlo por el lado práctico, son seres bellos dentro del mismo concepto que se ha inculcado, valientes, siempre triunfan en todo lo que se proponen así tengan que pasar mil cosas malas antes, al final terminan siendo felices para siempre, y pertenecer a la monarquía Disney definitivamente no tendría precio.
Pero como toda buena princesa debe ser dependiente necesita su príncipe que la rescate de algo o de alguien normalmente de la acción de una mujer mayor de aspecto horrible y oscuro (creando un antagonismo entre la juventud y la madurez) en el peor de las situaciones de no haber nacido entre la realeza la solución también sería un hombre que sea príncipe, para que la convierta en princesa y así modifique o en el primer caso, que reafirme su nivel socioeconómico.

Otro requisito muy importante es saber hacer las labores domésticas de una forma divertida de ninguna forma que lleguen a parecer tediosas y cansadas saber cantar, bailar, ser extremadamente sumisa y adquirir esa habilidad de hablar con los animales bastante útil cuando se trata de trabajo interminable (pero nunca aburrido) ser huérfana de madre, padre o ambos renunciar a la maternidad por el hecho de ser supuestamente asexual aunque el hecho del enamoramiento (atracción) ya lleva implícita una sexualidad en caso de príncipe y princesa “moralmente aceptable”.
Estas son las características necesarias para aspirar a ser princesa y pues bueno la empresa Walt Disney se ha encargado de fomentar este estereotipo por décadas en la sociedad aunque hay que comprender que “El encanto de Disney no es fácil de fabricar”[2]  es mucho más complejo de lo que se cree y es que el público va dictando que es aquello que desean comprar por inútil o dañino que sea.

Aunque entre los colores y la magia de Walt Disney destinada a los infantes, se encuentran conductas escondidas  esto parece ser completamente inmune ante la percepción progenitora.

Cabe mencionar que el ser humano siempre está predispuesto a defender aquello que se presenta con la máscara de la ternura inofensiva que alude a la niñez. Entonces es ahí donde anida la belleza del entretenimiento infantil comprado por adultos fomentado por adultos y creado por adultos debemos suponer que ellos fueron los creadores de esos monitos que pretenden encarnar adultos por las actividades que realizan y es así como se destruye la naturalidad del niño al ponerle como modelo a seguir un personaje creado por un adulto que lleva a cabo actividades de adulto “Sin embargo, se trata de un circuito cerrado: los niños han sido gestados por esta literatura y por las representaciones colectivas que la permiten y fabrican, y ellos para integrarse a la sociedad, recibir recompensa y cariño, ser aceptados, crecer rectamente—, deben reproducir a diario todas las características que la literatura infantil jura que ellos poseen”

En realidad puede que sea en la literatura y en los numerosos distractores que se eligen para los hijos donde seguramente se pueden confirman las aspiraciones de los padres, los adultos se han dado a la tarea de crear un mundo para que ellos puedan reflejarse a través de sus hijos “Segregan esa esfera, fuente de consuelo y esperanza, garantía de que mañana todo será mejor (e igual)” 6 y es aquí en el campo infantil donde realmente afloran las verdaderas tensiones del mundo real del adulto actual.
Aquí es posible que se den a conocer los demonios que aquejan a los que alguna vez fueron niños y aún están a tiempo de crear su propia versión del paraíso.
“Es un conocimiento sin compromiso, la autocolonización de la imaginación adulta: por medio del dominio del niño el grande se domina a sí mismo” 7 el adulto viene a enseñar su paraíso infantil a sus hijos tan digerible para ellos como para los creadores y es que “Él puede de esta manera, beber sus propios demonios, siempre que hayan sido acaramelados en el almíbar del paraíso” 8 y entonces puede que sean realmente los adultos los más fieles seguidores del entretenimiento como el que Walt Disney nos viene a ofrecer. Porque en realidad es el niño el que viene a querer ser consumista, el demandante de esta utopía a través de la difusión de sus padres porque a mamá y a papá les gustan los dibujitos Walt.

Esto se ha manejado de generación en generación y Disney no ha cansado de estigmatizar a los pobres como desdichados llevando siempre a la búsqueda de la riqueza material y no espiritual o moral o la idea que han manejado sobre el matrimonio como camino factible para la felicidad eterna de las mujeres y la importancia de los hombres en su vida.
Los productos que van dirigidos a los niños siempre son cuidadosamente seleccionado por ese instinto protector de los progenitores a menos que sean atractivos incluso para el adulto.
El hecho es que Disney actualmente es una gran empresa que vende de todo con lo que pueda personificar a cualquiera de sus simpáticos e irresistibles personajes.

Pero cómo consiguieron ese éxito, la realidad es que Disney es mundial sigue utilizando historias de todas las cultural las transforma, pinta, endulza toda historia potencialmente vendible llevan un riguroso proceso Disney para hacerla mágicamente comprable.
Pero de qué forma se podría atacar y poner en tal juicio a la empresa que nos ha dado tantos momentos de felicidad sin ningún compromiso a cambio, que nos ha hecho disfrutar nuestra infancia lejos de la problemática del mundo real, Disney nos da lo que pedimos diversión sin compromiso así es “La tersa utopía de Disney”

Analizando a los personajes es fácil encontrar sus contrariedades como con el pato Donald que es la supuesta autoridad de los sobrinos pero que ellos terminan ridiculizando y hasta reprendiéndolo es ahí donde se invierten los papeles el de la autoridad presenta carácter inmaduro aniñado y los infantes toman el poder y responsabilidad de llevar por el buen camino al dominado queriendo de esta forma crear al niño perfecto: fisionomía de niño comportamiento maduro y sensato.

Pero en este análisis también nos podemos encontrar con el personaje que no sufre una crítica no se ridiculiza no entra en el juego del dominado y dominante y viene a ser la parte femenina pero en realidad en el mundo Disney no es necesario tomar estas medidas contra las féminas ya que son tan bien portadas que no representan rebelión alguna, ellas son respetadas siempre y cuando se den a respetar, y no hay otra forma de llevar esto acabo si no a través de la gran sumisión con la que fueron creadas, “lleva a cabo a la perfección su rol de humilde servidora (subordinada al hombre) y el de reina de belleza siempre cortejada (subordinando al pretendiente)” 10 el poder que se la ha asignado es el de la coquetería ha sido creada para seducir pasivamente no puede sobre pasar esa línea pues se rompería su papel doméstico asignado. En esta sociedad es indispensable ser atractiva ante los ojos varoniles de ello podría depender incluso la misma vida si lo sabrá Blanca Nieves y es que aquí la hermosa sobrevive a pesar de ser incapaz de luchar por su vida pero un rostro hermoso siempre es la solución infalible cuando de hombres se trata.

Aunque en este mismo ramo de lo femenino también se les puede encontrar a las infractoras esas mujeres que van más allá de la coquetería sumisa, de la doméstica reina de belleza, o la cortejada y sumisa, el antagónico de toda princesa, las nunca bien vistas brujas pero ellas siempre están relacionadas con lo maligno, con lo perverso y más vale mantenerse alejadas de ese prototipo
 y pues bien es así que existen dos caminos para las mujeres Disney dulce o truco.
“Hay que elegir entre dos tipos de olla la cazuela hogareña o la poción mágica horrenda”

Las niñas sin importar  la edad ni el medio en el que se desarrollen saben de antemano cuál es la olla “correcta” a elegir.
En realidad Disney tiene mucho que ofrecer como empresa de entretenimiento pero carece de un verdadero valor ético y es que esta empresa exalta las peores actitudes del ser humano, la continua búsqueda del poder sin importar mucho el camino que se utilice para llegar a este. Debemos comprender que los Estados Unidos nos han conquistado mundialmente, su cultura es más conocida y profesada que cualquier religión y es que Disney pertenece a los Estados Unidos como Tenochtitlan a México y es a través de esta empresa que hemos sido colonizados.
Incluso creo que podría asegurarse que si nuestro país tuviera un conflicto con los vecinitos seguramente en un futuro se podría ver reflejado en la cultura Disney y por supuesto contado a la forma Estadounidense como ya se ha hecho.
Durante la segunda guerra mundial esto se hizo mucho más evidente, la empresa Disney al igual que Hollywood se encargaron de canalizar el mensaje correcto hacia el mundo, siempre favorable hacia los Estados Unidos a través de estas compañías se conoció y apoyo la causa estadounidense, durante este lapso de guerra la compañía Disney sacó al mercado un montón de historietas con temas bélicos, donde se refleja al país de la compañía como de causa justa estas historietas inundaron el mundo.
Al término de la segunda guerra mundial sobrevino el conflicto que enfrentó a las dos potencias resultantes: la Unión Soviética y los Estados Unidos, la Guerra Fría fue un enfrentamiento más que bélico ideológico entre el sistema capitalista al que pertenecía Estados Unidos y el sistema Socialista encabezado por la Unión Soviética de ahí que se pueden encontrar literatura y diversión bélica infantil capitalista disneylandizada “Mientras los marines pasan a los revolucionarios por las armas, Disney los pasa por sus revistas. Son dos formas del asesinato: por la sangre y por la inocencia”
Otra enseñanza muy Disney es la posición que se debe tener ante un pueblo subdesarrollado y sus habitantes, habitantes que puestos en el mundo Disney no han sido propiamente creados pero si se les ha fabricado un molde.

 “Entre el imperio y su colonia, entre los dueños y sus esclavos”
Es aquí donde venimos a darnos cuenta de que la empresa Disney en realidad nos ha estado vendiendo un manual de comportamiento social utópico para los Estados Unidos se ha asignado un rol a seguir esto viene a ser de forma simple la relación “entre el imperialismo extractor y el país monoproductor de materias primas”.
Hay que entender que la empresa Disney de verdad manda al purgatorio toda conducta inapropiada en este caso a la conquista le borra todo pecado, todo vestigio de poder, la embellece y la hace parecer completamente inofensiva, siempre encuentra la forma de justificar cualquier pecado que no haya sido lavado del todo, en cuanto a la presencia de los forasteros en un territorio ajeno, esto no debe de alarmar de ninguna forma pues esto más que una invasión se debe manejar como un crecimiento social o el encuentro de dos culturas.

A modo de conclusión:

Es así que se debe entender el entretenimiento y la literatura Disney, ay de aquél que ponga resistencia ante los amiguitos de Mickey, debe enterarse el papel que estaría jugando: está en contra, está equivocado, viene a ser la personificación pura del antihéroe y además estaría obstaculizando el progreso y la felicidad de su entorno social o incluso de la humanidad.
Entonces para sobre llevar esta demanda de la sociedad Disney que hoy por hoy se ha adherido de forma imperceptible en nuestro tejido social nuestros sobrinos, hermanos, hijos nosotros mismos hemos sido forzados a hacer nuestros pininos para esta sociedad disneylandizada.
De esta manera los pequeños deben digerir todas estas actitudes, deben cuadrarse al entretenimiento socialmente aceptado y esto no es una tarea difícil, todo lo Disney está predispuesto a ser bien visto. Es un fruto realmente acaramelado por fuera y también por dentro pero el fruto en sí viene a ser la tentadora manzana del edén. La empresa Walt Disney está tan bien maquillada que se puede incluso llegar a pensar que educa a un niño a través de los “valores” expuestos ahí.
Si hay alguien que sabe del manejo de masas es éste  el país vecino con sus múltiples empresas  que “manejan los instrumentos de la producción cultural y establecen de ese modo los términos del debate público” [3] pero que es lo que se debe de hacer cuáles son las medidas a tomar ante la continua culturización a la que hemos sido sometidos, supongo que de primer paso el concientizarse no podemos seguir imponiendo a los niños un modelo con características irreales. Aunque es fácil la aceptación social si se presentan unos personajes de aspecto inofensivo y es que Disney en sus dibujos no llega a poner en práctica los castigos severos, y por otro lado los derechos no se personifican por lo tanto no se mata con violencia. De cualquier forma Disney siempre encontrará la forma de exonerar las actitudes más opresoras, desde la sumisión ante el machismo, hasta el poder imperialista pasando por el acto bélico y la élite monárquica, estos son los aspectos más sobresalientes de la compañía hecha por adultos fomentada por adultos creada para niños.

BIBLIOGRAFÍA
-Todd Gitlin, “La tersa utopía de Disney”, 2001, www.letraslibres.com pág. 10 en pdf
-Dorfman Ariel-Mattelart Armand “Para leer al pato Donald comunicación de masa y colonialismo”,  Schmucler Héctor, 18va edición, Siglo XXI Editores S. A, México D.F, 5 de marzo de 1979, pág. 161
- Lasch Christopher “La rebelión de las élites y la traición a la democracia” ,1a edición, Ediciones Paidós  Ibérica S.A, Barcelona España, 1996, pág.225





[1] Tomado de: Ariel Dorfman, Armand Mattelart “Para leer al pato Donald comunicación de masa y colonialismo “, Siglo XXI Editores s. a, México D.F, primera edición 1972, Pág. 13

[2] Gitlin Todd, “La tersa utopía de Disney”, 2001, pág. 4
Desarrollo
[3] Christopher Lasch “La rebelión de las élites y la traición a la democracia”, Ediciones Paidós Ibérica S.A, Barcelona España 1996. pág.31 Imágenes tomada de “Para leer al pato Donald comunicación de masas y colonialismo”

MINA GLIGORIĆ

 Ismael El Jardinero





ARIZONA

En el horizonte del desierto,
flota tu cabello.
Arizona,
eres la mañana difícil de mi vida
y la noche aún más fría.
1863 días me siento inmóvil
en tu seno lleno de arena.
Eres bella, muda Arizona.
Ahora queda poco y me ahogo
en tu muslo y tus caderas,
Hesiquia de piedra,
y nos convertiremos en uno sólo
- silencio rojo.


RESINA

I

Te quedas en tu castillo, querida
iluminando
a todo el mundo
se lo haces agua la boca

En el viento presiento
tus mensajes
Pero me falta la clave

Estas ahí, ¿dios?
No te suelto, ¡no!
Pero ya no te tengo

Dime, ¿ha cortado su pelo?
Mandame un copete
para mis hechicerias
Brillas, querida
pero todo el mundo
te echa de menos

***

Me dicen estas calles grises
que todavía me quieres
y vainilla seca
suelta sus olores

***

Los semaforos alarman  mis sueños
sólo a mitad compartidos
con ella

¡Me crispó!
Si te merezcas este poema, querida
la voy a cantar al viento


II

Los años pasan volando
lentamente
Me parece que todo el tiempo
estaba tumbado
en las mismas sabanas
mientras tu pelo me cubría
aunque no te moviste
de tu torre

ni en el cielo ni en la tierra

Miraste a muchos ojos
como si fueran míos
pero todos palidecieron

No me tienes
No me tienes
pero no me sueltas

***

La araña en el techo
Otros muslos ahora me calientan
En Bulevar se apagan las luces

Una madrugada más sin ti
pero hace mucho tiempo
que tu mirada no me duele

***

En tu torre no hay luz


III

Aún haces un brindis
por los viejos tiempos
como si fuese a tu lado
el martes
¿medianoche?

***

Levanto el vaso
que ya no tiene el mismo peso

No te suelto
No suelto

El espejo roto yace
en algún parte
de Bulevar de Nikola Tesla
o en el mar

***

Los semáforos ahora despiertan
mis sueños, los cuales
no tengo a quien regalar
Otros muslos no son como los tuyos


IV

La araña en el techo
Amarro el cinturón
Blanco y negro de las teclas
huelen a resina

***

He cortado tu pelo de mi apartamento
y de tu piel he limpiado mis manos, y mi mente

Ni siquiera lo sabias
te cedé al gris
ni siquiera lo sentiste
te coloqué durmiente
a las aceras
de tu ciudad natal
He guardado tus defectos
en silencio

Quedate perfecta para el mundo

No sueltes
la memoria de pocas miradas
este mundo no soportaría más



QUERÍA LA VIDA COMO EN LAS PELÍCULAS

Quería la vida como en las películas
cuadro por cuadro
con los desfiles hechos para mi
con riendas de un vagabundo libre
y reconocimiento eterno

No seré solamente el motivo
en la plantilla
de la vida poética

Lo quería todo como en las películas
las venas hinchadas por la pasión seca
para presionarlas como pasta
y las memorias flexibles

No seré un consuelo
en la agotada
conformación del cielo

Queriendo la vida como en las peliculas
escena por escena ganas y
el parte de patología ajena
Todo tiene su precio

Quería esa vida como en las películas
Semiconsciente suscrita
a los justos rabiosos
Se rompe el cristal, la fuerza, el silencio,
Estrechando las letras hasta la garganta
Apretando los dientes, la fuerza, la cinta
Al fin, eso fue todo lo que quería



LA SATURACIÓN

Vivo en la selva
de colores deslumbrantes
de almas enredadas
El esmalte se agrieta
bajo el triste peso
de deseos no sembrados
La sed es grande
Ahora veo:
para aquellos en el otro lado
sólo alguna cara aquí
brilla con el propósito original
en colores de neón
Todas las demás bailan
en estertor agónico
de atención nunca
prestada
Susurra ambición enferma
se arrancan los rostros
en el cocito[1]  de sueños fallados
Abalea la nieve                                          



LA MANZANA DE ADÁN

Robaste la manzana de Adán y huiste
a través de una niebla de abrazos.

Tu pelo salvaje, como el tiempo que se escapa.

Me robaste el ruido de mi corazón.
El silencio salvaje, de Dios escarnece.

Aún estoy aquí, hundido en la tormenta.

¿Tienes algún bocado más, Salomé?
Aquí, en el precipicio, todavía cae la nieve.



Mina Gligorić  (Belgrado, 1989). Su mayor placer es caminar por la Facultad de Filología en Universidad de Belgrado, en la cual estudia literatura y lucha por salvar la literatura y la lengua serbia del olvido. Habla inglés y español. Su poesía está publicada en muchas revistas literarias Serbias: Gaceta Literaria, Diario poético, Revista literaria, Los Techos, El desarollo. Ha publicado un libro de poesía La manzana de Adán (2012). Ha actuado en los Festivales Internacionales de Poesía en Belgrado, Serbia 2011, en Coyoacán, Cuidad de Mexico 2014 y en Granada, España 2015. Además de escribir poesía es cantante y compositora.


[1]                 Cocito (Gr. Κωκυτός) es en mitología griega río de llorar o gemir en Hades, lo que representa la manga Estigia y junto con Flegetonte desemboca en Aqueronte.
                * Coito (lat.), relación sexual (de la palabra latina: sexus - sexo) significa acto entre dos o más personas en las que existe una estimulación de los órganos sexuales de al menos una de las partes.

EL LENGUAJE SEGÚN OCTAVIO PAZ





La primera actitud del hombre ante el lenguaje fue la confianza: el signo y el objeto representado eran lo mismo. La escultura era un doble del modelo; la fórmula ritual una reproducción de la realidad, capaz de reengendrarla. Hablar era recrear el objeto aludido. La exacta pronunciación de las palabras mágicas era una de las primeras condiciones de su eficacia. La necesidad de preservar el lenguaje sagrado explica el nacimiento de la gramática, en la India védica. Pero al cabo de los siglos los hombres advirtieron que entre las cosas y sus nombres se abría un abismo. Las ciencias del lenguaje conquistaron su autonomía apenas cesó la creencia en la identidad entre el objeto y su signo. La primera tarea del pensamiento consistió en fijar un significado preciso y único a los vocablos; y la gramática se convirtió en el primer peldaño de la lógica. Mas las palabras son rebeldes a la definición. Y todavía no cesa la batalla entre la ciencia y el lenguaje.
La historia del hombre podría reducirse a la de las relaciones entre las palabras y el pensamiento. Todo período de crisis se inicia o coincide con una crítica del lenguaje. De pronto se pierde fe en la eficacia del vocablo «Tuve a la belleza en mis rodillas y era amarga», dice el poeta. ¿La belleza o la palabra? Ambas: la belleza es inasible sin las palabras. Cosas y palabras se desangran por la misma herida. Todas las sociedades han atravesado por estas crisis de sus fundamentos que son, asimismo y sobre todo, crisis del sentido de ciertas palabras. Se olvida con frecuencia que, como todas las otras creaciones humanas, los Imperios y los Estados están hechos de palabras: son hechos verbales. En el libro XIII de las Analectas, Tzu—Lu pregunta a Confucio: «Si el Duque de Wei te llamase para administrar su país, ¿cuál sería tu primera medida? Él Maestro dijo: La reforma del lenguaje». No sabemos en dónde empieza el mal, si en las palabras o en las cosas, pero cuando las palabras se corrompen y los significados se vuelven inciertos* el sentido de nuestros actos y de nuestras obras también es inseguro. Las cosas se apoyan en sus nombres y viceversa. Nietzsche inicia su crítica de los valores enfrentándose a las palabras: ¿qué es lo que quieren decir realmente virtud, verdad o justicia? Al desvelar el significado de ciertas palabras sagradas e inmutables —precisamente aquellas sobre las que reposaba el edificio de la metafísica occidental— minó los fundamentos de esa metafísica. Toda crítica filosófica se inicia con un análisis del lenguaje.
El equívoco de toda filosofía depende de su fatal sujeción a las palabras. Casi todos los filósofos afirman que los vocablos son instrumentos groseros, incapaces de asir la realidad. Ahora bien, ¿es posible una filosofía sin palabras? Los símbolos son también lenguaje, aun los más abstractos y puros, como los de la lógica y la matemática. Además, los signos deben ser explicados y no hay otro medio de explicación que el lenguaje.
Pero imaginemos lo imposible: una filosofía dueña de un lenguaje simbólico o matemático sin referencia a las palabras. El hombre y sus problemas —tema esencial de toda filosofía— no tendría cabida en ella. Pues el hombre es inseparable de las palabras. Sin ellas, es inasible. El hombre es un ser de palabras. Y a la inversa: toda filosofía que se sirve de palabras está condenada a la servidumbre de la historia, porque las palabras nacen y mueren, como los hombres. Así, en un extremo, la realidad que las palabras no pueden expresar; en el otro, la realidad del hombre que sólo puede expresarse con palabras. Por tanto, debemos someter a examen las pretensiones de la ciencia del lenguaje. Y en primer término su postulado principal: la noción del lenguaje como objeto.
Si todo objeto es, de alguna manera, parte del sujeto cognoscente —límite fatal del saber al mismo tiempo que única posibilidad de conocer— ¿qué decir del lenguaje? Las fronteras entre objeto y sujeto se muestran aquí particularmente indecisas. La palabra es el hombre mismo. Estamos hechos de palabras. Ellas son nuestra única realidad o, al menos, el único testimonio de nuestra realidad. No hay pensamiento sin lenguaje, ni tampoco objeto de conocimiento: lo primero que hace el hombre frente a una realidad desconocida es nombrarla, bautizarla. Lo que ignoramos es lo innombrado. Todo aprendizaje principia como enseñanza de los verdaderos nombres de las cosas y termina con la revelación de la palabra—llave que nos abrirá las puertas del saber. O con la confesión de ignorancia: el silencio. Y aun el silencio dice algo, pues está preñado de signos. No podemos escapar del lenguaje. Cierto, los especialistas pueden aislar el idioma y convertirlo en objeto. Mas se trata de un ser artificial arrancado a su mundo original ya que, a diferencia de lo que ocurre con los otros objetos de la ciencia, las palabras no viven fuera de nosotros. Nosotros somos su mundo y ellas el nuestro. Para apresar el lenguaje no tenemos más remedio que emplearlo. Las redes de pescar palabras están hechas de palabras. No pretendo negar con esto el valor de los estudios lingüísticos. Pero los descubrimientos de la lingüística no deben hacernos olvidar sus limitaciones: el lenguaje, en su realidad última, se nos escapa. Esa realidad consiste en ser algo indivisible e inseparable del hombre. El lenguaje es una condición de la existencia del hombre y no un objeto, un organismo o un sistema convencional de signos que podemos aceptar o desechar. El estudio del lenguaje, en este sentido, es una de las partes de una ciencia total del hombre.
Afirmar que el lenguaje es propiedad exclusiva del hombre contradice una creencia milenaria. Recordemos cómo principian muchas fábulas: «Cuando los animales hablaban,..». Aunque parezca extraño, esta creencia fue resucitada por la ciencia del siglo pasado. Todavía muchos afirman que los sistemas de comunicación animal no son esencialmente diferentes de los usados por el hombre. Para algunos sabios no es una gastada metáfora hablar del lenguaje de los pájaros. En efecto, en los lenguajes animales aparecen las dos notasdistintivas del habla: el significado —reducido, es cierto, al nivel más elemental y rudimentario— y la comunicación. El grito animal alude a algo, dice algo: posee significación. Y ese significado es recogido y, por decirlo así, comprendido por los otros animales. Esos gritos inarticulados constituyen un sistema de signos comunes, dotados de significación. No es otra la función de las palabras. Por tanto, el habla no es sino el desarrollo del lenguaje animal, y las palabras pueden ser estudiadas como cualquiera de los otros objetos de la ciencia de la naturaleza.

(Fragmento)
Tomado del libro EL ARCO Y LA LIRA de Octavio Paz

BEGOÑA PARRA





Protesta vaginal

Tengo ganas de hablar de violencia
y estar a la moda.
Rimemos con violencia:
Ausencia
Indecencia
Egoísmo
PENDEJISMO
(chucha, ésas no riman)
Cógeme en lo más profundo
de la VIOLENCIA
violen-cia
violen
violación.
Bájense sus propios calzoncillos
y auto empálense con el mástil
de su virilidad sinsentido.
Pida permiso pa' tocar el genital ajeno.
Si le dicen que no, favor no insistir:
Las VAGINAS no somos basureros de semen.

Colisión de amor noctámbulo

He visitado el pasillo de tu casa
en miles de ocasiones,
sacudiendo la ampolleta roja
con (a)brazos multidimensionales.
He sido intocable
entre tus manos,
los senos desnudos
ante dilataciones oculares
y longitudes exageradas
que separan nuestros saltos
de trampolín.
Somos columpios
que se dan la espalda
y al chocar,
la colisión esparce en el universo
el big-bang labial
que retuerce el diálogo rutinario
De ir y no ir
remando hacia el mismo lado.
Hemos atravesado muros paralelos
a estas vidas
y olvidado que a nuestras espaldas
la Ciudad que fantaseamos
no se desmorona
con sólo abandonarla.
Podríamos visitar de nuevo
esos columpios
donde nunca
hemos sentado
cabeza realmente.

Lluvia y la ventana

Apoyo mi mano en el vidrio.
Queda marcado el sudor.
Hace días no llovía tanto.
Escucho la voz de un amigo.
Escucho degluciones de pan con palta,
sorbeteos del té.
Escucho el golpeteo
del respaldo de la cama
con la pared.
Una y otra vez.
Escucho un abrazo
de nuestros cuerpos desnudos,
luego de fecundar un cariño
abierto a todas las posibilidades.
...
Ya no hay sonidos.
Ya no se interpone
en todo lo que miro.
Es un fantasma dentro del pecho vacío,
ronroneando a una ilusión
que jura es su destino.

[Inserte el título aquí]
Ha dejado repartidas migas en todos lados.
Ha barajado tantos corazones
que ya no recuerda a lo que estaba jugando.
Y díganme,
alguien dígame
las reglas del juego
pa' ver si va ganando o perdiendo.
¿Alguien sabe el nombre de esta tontera?
Corre el anillo
por un portillo,
pasó una mina
olvidando su vida,
a todos les dio
y eso la mató.
Señorita, caballero
¿quién le guarda
el corazón?

Todos los milagros se fueron

Me he recostado
eternamente
en la cama desecha
cobijada en migas de pan
del jueves pasado
Y el rouge criminal
que mancha las sábanas
carcomidas por la resaca.
He refugiado mi llanto
en chalecos moquillentos
y pantalones sucios.
He sido amiga de las pulgas
y me he sentado
en cunas de orina
a inhalar el vinagre mañanero.
No cambio mis ropas
desde la última vez
que presencié un beso.
No lavo mis rodillas
desde que sometí a mi decencia
a suplicar por el olvido.
He manoseado 47 veces
los timbres de las casas
donde ya no me quieren.
He colgado mi cuello
desde lo más alto
del subsuelo,
ametrallando y asesinando ángeles
que en su último suspiro
me llevan de la mano al infierno.


BEGOÑA PARRA (Santiago de Chile, 1994). Radicada en Valparaíso, sin premios ni publicaciones, inició como poeta oficialmente en el año 2015 a través de la red social Facebook, donde el público suele ser infinito. El principal motivo de su afición a la poesía (desde niña) es liberar sus demonios internos y colaborar en el final del presidio emocional habitante en cada lector, mediante la fusión de modismos propios de Chile y el lenguaje embellecido, influenciada fuertemente además por la poeta chilena Teresa Wilms Montt (1893- 1921). Durante el año 2016 ha estado elaborando su primer poemario y buscando colaboraciones/editoriales/gestores para llevar a cabo su esperada divulgación.

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